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Septiembre tiene dos importantes efemérides dominicanas

Por Juan López
Además del devastador ciclón de San Zenón que, el 3 de septiembre del 1930, destruyó la ciudad de Santo Domingo, capital de la República, en la historia de nuestro país se registran varios acontecimientos acaecidos durante el mes de septiembre, a propósito de la conmemoración del 53º aniversario del fatídico Golpe de Estado contra el progresista y democrático gobierno del Prof. Juan Bosch.

Para nosotros, las dos más importantes efemérides dominicanas ocurridas en el mes de septiembre, una para celebrar y la otra como acontecimiento válido para crear la conciencia y las condiciones políticas para que nunca jamás se repita. Nos referimos, primero,  a la relacionada con el 8 de septiembre de 1839, fecha en la que se produjo el feliz nacimiento del General Gregorio Luperón, y

b) El 25 de septiembre de 1963, cuando se materializó el infausto golpe de Estado al Presidente Juan Bosch,  nuestro primer gobierno democrático, por su origen y praxis políticas, después de la caída de la horrenda tiranía trujillista.

Aunque no estuvo presente en el memorable “Grito de Capotillo”, del 16 de agosto de 1863, clarinada precursora  de las  guerras  contra la anexión a España, el General Gregorio Luperón,  por su bravura, excepcionales condiciones militares y don de mando, se convirtió en el General líder de las guerras que vencieron las tropas  anexionistas,  por lo cual se erigió en el verdadero Paladín de la Restauración de la Independencia Nacional.

Gracias a su capacidad política fue miembro de la Junta Gubernativa de 1865 (Triunvirato), ocupó varios Ministerios y fue presidente de la República durante 14 meses (1879-1880).   Su efímero gobierno   se caracterizó por el respeto a la democracia, las libertades y a la soberanía nacional.

Murió a la edad de 58 años, en su natal Puerto Plata, el 21 de mayo del 1897. Por sus sacrificios, principios patrióticos  que nos legó y sus valiosos aportes a la dominicanidad, el General Gregorio Luperón es, sin lugar a dudas,  un ilustre prócer de la Patria que merece respeto, admiración y gratitud eterna  del pueblo dominicano.

La  otra efeméride de nuestra historia en septiembre, específicamente en  la segunda mitad del Siglo XX, se relaciona con el Prof. Juan Bosch,  quien,  con su positiva prédica de educación política, supo conquistar el corazón del pueblo, le despertó la esperanza en un venturoso porvenir y le convenció del derecho que le asistía a vivir en libertad, democracia y a superar el oscurantismo y la pobreza que, durante más de 31 años,   había sufrido durante la Era de la Tiranía de los Trujillo.

Con una votación superior al 59%, el Prof. Bosch ganó las elecciones del 1962, gracias a lo cual se juramentó, el 27 de febrero de 1963, como Presidente democrático y constitucional de la R. Dominicana.

Todos los indicadores de la época apuntalan que el Prof. Bosch ejerció un gobierno verdaderamente democrático, popular y que avanzaba en la creación de condiciones económicas y construcción de obras de modernas infraestructuras y sociales que pronosticaban una sustancial mejoría en la calidad de vida de los dominicanos.

Sin embargo, poderes fácticos internos confabulando con fuerzas foráneas no cesaron en sus propósitos de truncar el  Gobierno del Prof. Bosch. Influyentes sectores de las iglesias y medios de comunicación, representantes de la oligarquía criolla, la confusión en algunas organizaciones políticas, sindicales y sociales, sirvieron de base a los espurios propósitos del gobierno norteamericano que, bajo la falsa acusación de “gobierno comunista” se agenciaron la acción de una importante facción de las fuerzas armadas para ejecutar, justo a los siete meses, el 25 de septiembre de 1963, el golpe de Estado, de triste recordación y de innumerables consecuencias políticas, económicas y sociales para la R. Dominicana y América Latina.

Independientemente de que el pueblo dominicano con luchas, sacrificios, dolor, muertes y sangre, se levantó contra las infamias y se propuso lavar y subsanar  la ofensa y la barbaridad que se cometió con dicho Golpe de Estado en contra de la soberanía, la libertad, la democracia y la dignidad de la Patria de Duarte, Sánchez, Mella y Luperón,  todavía aparecen vestigios que nos obligan a mantener ¡conciencia y ojos bien abiertos!  contra los enemigos de la paz, el progreso y el bienestar social, para lo cual debemos continuar fortaleciendo la institucionalidad y el respeto a la gobernabilidad democrática, la paz y libertades que actualmente disfruta el pueblo  dominicano.

Así y sólo así, unidos en esos patrióticos propósitos, construiremos, en forma sostenible, las condiciones objetivas y subjetivas  suficientes y necesarias para que,  las presentes y futuras generaciones pregonen ante el mundo,  “en  la R. Dominicana, ¡nunca jamás  haya  la posibilidad de otro Golpe de Estado!”

25 de septiembre de 2016.

53º Aniversario del Golpe de Estado contra el Gobierno Democrático del Prof. Juan Bosch.

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