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Alma y arma en la montaña, a propósito de la muerte de Fidel

Raúl Pérez Peña (BACHO)
Remontarse al año 1963 hace recordar el golpe de Estado al gobierno de Juan Bosch que cercenó la Constitución alcanzada, desconociendo derechos elementales del pueblo dominicano que buscaba la democracia social, política y cultural.

Importa recrear la experiencia de subir a seis montañas emprendida por el Movimiento Revolucionario 14 de Junio, dirigido por Manolo Tavárez, como reacción ante el gobierno de facto.

De los seis grupos armados, la mayoría de los asignados a Las Manaclas y las Lomas de Altamira partimos desde la cañada debajo de la carretera “Duarte”, próximo al monumento de Santiago y a la Universidad Madre y Maestra.

Compañeros santiagueros, ‘linieros’ y otras procedencias, eran la mayoría de los concentrados. Armando Acevedo y quien escribe éramos de El Mamey, Los Hidalgos.

Sin vacilación alguna, el Ing. Rubén Díaz Moreno (de los asignados a Las Manaclas) reflejaba el buen ánimo colectivo, recreando efusivo la decisión de cumplir la misión política emprendida.

Igual lo hizo Juan Miguel Román, comandante del frente Gregorio Luperón, mientras nos mantuvimos en las lomas de El Limón, Altamira. 

Todos los cuadros políticos del 1J4 hicimos conciencia de nuestra responsabilidad bajo el marco del panorama histórico dominicano atropellado por el golpismo que patrocinaban Washington, la oligarquía y poderosos grupos fácticos.

Pasado el medio siglo, vale recordar que salvo el estallido del pueblo en armas en Abril de 1965, el alzamiento del 1J4 tuvo las siguientes vertientes lamentablemente ausentes en otros alzamientos: un motivo (el golpe), un partido enraizado (1J4), un líder nacional (Manolo), un periódico semanal con decenas de miles de ejemplares de circulación nacional, unos seis programas radiales en Santo Domingo y provincias, prestigiosos dirigentes provinciales.

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Se suma el programa de cambios estructurales que trajeron los gloriosos expedicionarios de 1959, por Constanza, Maimón y Estero Hondo.

A los ojos del ciudadano común, el alzamiento “por las escarpadas montañas de Quisqueya”  constituye una gesta patria contra el oprobio, la corrupción y desconocimiento de la Constitución y el Estado de Derecho. 

Los objetivos del 1J4, y los del glorioso Abril, siguen truncos, debido al secuestro del país por una articulación no de bienhechores, afortunadamente archiconocida.

El Fidel que conocí

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