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Así fue la «incursión» de madrugada de la PN al campamento de los verdes en SDE + Vídeo

Por Robert Vargas
Durante la madrugada de este 21 de enero, después del espectáculo brindado por la luna, varios miembros de la Policía Nacional «incursionaron» en el campamento que instaló el colectivo #Marchaverde al lado del Parque Nacional Los Tres Ojos, entre la tarde del domingo y el lunes pasado.

De hecho, antes que llegaran los activistas de Marcha Verde al lugar, lo hicieron policías y miembros de la Armada Dominicana, quienes fueron desplegados a pocos metros del lugar donde sería establecido el campamento.

En principio, la mayoría de las tropas estaban integradas por mujeres, pero al avanzar las horas y llegar la noche, fueron sustituidas por hombres.

Detrás de las tropas estaba aquel bosque que se alimenta de las aguas subterraneas de Los Tres Ojos.

Los «verdes»,se habían colocado con sus carpas y equipos de sonido entre Los Tres Ojos y el parqueo del Parque del Este, donde el Gobierno quiere construir una parada de guaguas, lo que rechazan los ambientalistas y ecologistas.

Las horas avanzaron. Las tropas observaban lo que hacían los verdes, y estos, de tiempo en tiempo, los miraban a ellos, algunos con un poco de recelo.

Cuando ya era de madrugada y esta avanzaba hacia el amanecer, varias unidades motorizadas de la PN fueron directamente hacia el campamento, se desmontaron de sus motocicletas, observaron, escucharon y luego caminaron entre los «verdes», sin dar ninguna señal de que se disponían a actuar en forma agresiva.

En el fondo se escuchaban los tambores de una cantata interpretada y grabada por el desaparecido Grupo Lucuam, durante la dictadura ilustrada de Joaquín Balaguer.

Aquella fue escrita por el dirigente de izquierda Higinio Báez y compuesta por el cantautor Manuel Jiménez.

Eran tambores que anunciaban la rebeldía de la america morena.

Con esos tambores de fondo, los «verdes» recibieron en forma amable a los policías. Conversaron y alguno de estos tomó nota de lo que allí hacían los manifestantes.

Un poco más al sur estaba el activista Jean Carlos Simanca, quien preparaba un asado de olor penentrante.

Los policías fueron invitados a compartir el asado y un poco de té y café y  aceptaron la invitación.

Estaban entre hermanos, entre amigos.

No hubo ni una sola señal de violencia de ninguna de las partes.

Incluso, después de ese momento, los verdes siguieron con su plan y subieron al puente peatonal frente a Los Tres Ojos donde colgaron un cartel en el que expresaban su rechazo a la construcción de la parada de guaguas.

Los policías los vieron y parece que lo interpretaron como un ejercicio de democracia.

Se trató de un encuentro cercano entre los verdes y la Policía, de madrugada, en forma amable y civilizada, no como aquella que se produjo cuando comenzaron las protestas próximo a ese mismo lugar y por los mismos motivos.

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