Por Robert Vargas
Podría decirse que el ex presidente de la República y líder del Partido de la Liberación Dominicana, (PLD), visitó Santo Domingo Este y aprovechó para darle al gobierno un trompón en la boca del estomago.
Ahora, el gobierno perremeísta deberá recomponerse de ese puñetazo para responder el golpe a los peledeístas.
Mientras tanto, los tiene en la lona. Parece que Danilo Medina abusó, aunque el oficialismo pretenda minimizar las dimensiones del impacto del trompón.
El diablo sabe por ser viejo, no por ser diablo
Al menos, eso dice el refranero popular dominicano. Y Danilo parece que sabe por ser viejo, no por ser diablo.
Este domingo 17 de julio, él «miró pa´trás» y le echó en cara al gobierno sus realizaciones de infraestructuras en Santo Domingo Este, con lo que que pretendió dejar sin discurso al oficialismo y dar municiones a sus compañeros del PLD para que vayan a guerrear con el Partido Revolucionario Moderno, en el poder.
¿Cómo lo hizo?
Él aprovechó que apenas acababa de juramentar a nuevos peledeístas en su organización y que tenía la atención de estos rendida a sus pies.
También tomó en cuenta que hace varias semanas el presidente Luis Abinader, en su grito de apertura de su campaña reeleccionista, pidió a los perremeístas y al pueblo que «no miren pa´trás».
Este llamado de Abinader se produjo en el contexto del aumento del descontento de la población por la subida de los precios de la canasta básica, los servicios y el aumento de la violencia y la criminalidad.
Abinader, con su clamor, parecía temer a que la población volteara la cara y mirara «pa´trás» y se pusiera a comparar las realizaciones del gobierno anterior de Medina, con el actual del PRM.
Fue así como, en el local del Club Los Mina, construido por el gobierno del PLD, cuando estaba dirigido por Leonel Fernández, Medina se burló de Abinader y miró «pa´trás».
No solo lo hizo, sino que le dijo a la multitud lo que vio y, definitivamente, fueron muchísimas.
Mirando «pa ´trás», Medina vio y recordó que sembró el municipio de Santo Domingo Este de escuelas y estancias infantiles; que construyó la Línea 2-B del Metro de Santo Domingo; que construyó la Ciudad Juan Bosch; y los dos elevados que hay en la avenida Charles de Gaulle sobre la carretera Mella y la avenida Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez.
También amplió esa avenida desde la San Vicente de Paúl hasta la avenida Charles de Gaulle.
Que reconstruyó los hospitales Dr. Darío Contreras y Maternidad de Los Mina; que construyó la avenida Ecológica desde la avenida Charles de Gaulle hasta la urbanización Juan Bosch; construyó el teleférico que va desde el Distrito Nacional a Sabana Perdida, con una estación en Los Tres Brazos.
Que acabó con el miedo de miles de familias vivían a orillas del río Ozama, en La Barquita, y les construyó el asentamiento moderno denominado «La Nueva Barquita», en Sabana Perdida.
No solo eso, sino que se fue un poco más al Este de SDE y les habló de que en Boca Chica construyó varios elevados en la autopista Las Américas.
El mencionó muchas obras más, pero se detuvo porque, en caso de continuar, la lista se haría demasiado extensa.
Medina quiere que los peledeístas de SDE salgan casa por casa a decirle a la gente lo que su gobierno hizo.
Ante esta avalancha de realizaciones de infraestructuras, el gobierno de Abinader tratar de correr tan de prisa como puede y ha comenzado a remozar la avenida España, para hacerla más turística en la zona que, por casualidad, una de las familias dueñas del país tiene inmensas propiedades.
Abinader, que se sabe en desventaja en este municipio, se montó sobre las realizaciones de Medina y ahora está ampliando un poco más la avenida Coronel Fernández Domínguez, la Ecológica la Hípica.
Mientras tanto, Medina le dejo bastante avanzadas un buen puñado de obras de infraestructuras.
Con tantas realizaciones, se entienden entonces los motivos por los cuales Abinader no quiere que la gente mire «pa´trás», pero Medina no le hace caso, mira «pa´trás» y proyecta su mirada al futuro convencido de que su PLD ganará las elecciones del año 2024 y de que el pueblo «no volverá a equivocarse».