
Democracia Arte y Cultura en la Ciudad Colonial
Por José Bujosa Mieses
A principio de año, el presidente Luis Abinader visitó la Ciudad Colonial acompañado del ministro de turismo, cultura, la alcaldesa del Distrito Nacional y representantes del Clúster de dicha ciudad.
El mandatario aprovecho la visita para anunciar la puesta en marcha de la segunda parte de la revitalización del antiguo casco urbano de Santo Domingo, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo con un préstamo de US$ 90 millones. Desde entonces poca cosa se ha hecho.
Como cronista gráfico de la vieja ciudad y ciudadano nacido y crecido bajo la sombra de sus Murallas observo con alegría como, independientemente de la dejadez y el descuido de las citadas autoridades, la Zona Colonial se ha convertido en el primer centro de sana recreación, seguridad y cultural del país.
El que dude de esta afirmación lo invito a que visiten después del mediodía, preferiblemente de viernes a domingo, la calle el Conde, la Meriño, la Isabela Católica, la Plaza España, el Parque Colón, la Calle Hostos, la Luperón y otras vías aledañas a estos lugares donde se concentran miles de citadinos y turistas a disfrutar de este ambiente recomendado para la salud mental y espiritual. O realice un paseíto, los domingos, después de la 5 de la tarde, por la ruina del Monasterio de San Francisco de Asís, para que vean un pueblo loco de alegría bailando a ritmo de la Agrupación Músico Cultural Bonyé.
Artistas Itinerantes
La presencia de músicos, pintores, teatristas, cantautores, artesanos, malabaristas, magos, estatuas vivientes, galerías de arte, escuelas de teatro, tertulias y peñas literarias en restaurantes y cafeterías enriquecen el ambiente que se traduce en un relax para quienes disfrutan este maravilloso espacio.
Veo, como algo justo, que el trabajo cultural y artístico que vienen realizando los artistas itinerantes de la calle El Conde y el Parque Colon, debe ser remunerado por los ministerios de Cultura y Turismo. La entrega de estos incentivos económicos se traduce como un reconociendo a la gestión cultura que realizan y que viene redundando en un florecimiento y/o renacimiento de las artes y la cultura en la vieja ciudad.
A esta recreación sana se le agrega los atractivos turísticos tradicionales de la histórica Ciudad amurallada, prolifera en templos coloniales, museos, restaurantes, casinos de juego, hoteles, apartahoteles, callejuelas, artesanías, monumentos, plazas, puertos y la belleza del malecón más bello del mundo.
Repito, todo ello está ocurriendo sin la puesta en marcha de la segunda revalidación del casco urbano de Santo Domingo que incluye el Convento de San Francisco de Asís, la rivera del Ozama y los museos del Alcázar Don Diego Colon, el de las Casas Reales, el de la Fortaleza Ozama, La Catedral de Santo Domingo. y el Convento de Los Dominicos. Revalidación que debió incluir las viejas edificaciones del barrio de Santa Barbara, la calle El Conde, completamente arrabalizada, la instalación del alumbrado soterrado, la reparación de algunas calles y aceras deterioradas verbi gracias, la calle Luperón. Lo mismo que seguir con la restauración de viejas viviendas y resolver la escasez de agua potable que afecta a muchas viviendas de la Zona.
Cuando estos problemas se resuelvan, con la segunda y tercera revitalización, entonces de seguro podemos decir con orgullo que hemos logrado colocar a Santo Domingo como el destino turístico principal del Caribe y más allá.
Antecedentes
Este renacimiento de la vieja ciudad nos retrae al movimiento cultural que existió en los primeros años de la década del 60, cuando un grupo de jóvenes intelectuales de la época crearon un espacio cultural en la Calle El Conde, al lado del Palacio Consistorial, denominado ‘’Arte y Liberación’’.
En este espacio, los viernes se instalaba una plataforma donde se subían a leer y declamar los poemas de pablo Neruda, Jacques Viau, Nicolás Guillén, Mieses Burgo, José Francisco, Manuel del Cabral, Pedro Mir, Juan Sánchez Lamoult, Norberto James Rawelt, Miguel Alfonseca, Mateo Morrison, Andrés L. Mateo Janet Miller, Grey Coiscu, Andrés L. Mateo, Edrain Castillo, Antonio Lockwart Artiles, Víctor Villegas quienes incluían en su repertorio los de su propia autoría.
Al lugar iban además pintores de renombres como, José Oviedo, Silvano Lora, Ramírez Conde (Condesito), Virgilio García, Elsa Núñez, Asdrúbal Domínguez, Ángel Haché, teatristas, caricaturistas,
La velada cultural terminaba en ‘’La Cafetera’’ y ‘’El Sublime’’, donde entre sorbos de café se iniciaban tertulias ‘’interminables’’, ricas en análisis y comentarios de las últimas obras de la literatura latinoamericana, anécdotas y cuentos.
Bosch y Abinader
No fue casual que este florecimiento del arte y la cultura ocurriera con la instalación en el poder del gobierno democrático del profesor Juan Bosch. Pues estos espacios van de las manos con gobiernos respetuosos de la libertad y la democracia plena.
Los jóvenes que disfrutamos de estas veladas que terminaban en ‘’La Cafetera’’ y ‘’El Sublime’’, entre sorbos de café sentimos su desaparición tras el golpe de Estado del 25 de septiembre que desplazo del poder al profesor Juan Bosch. Por ello, la revolución cultural que hoy vive la Zona Colonial se corresponde con el ambiente de libertades que hoy impera en el país bajo el gobierno del presidente Luis Abinader.
Por ello aplaudo la iniciativa gubernamental de reiniciar la segunda revitalización de la Zona Colonial y la del malecón de la avenida España, en el municipio Santo Domingo Este.
Antonio Keka y Bonyé
De la misma manera me llena de satisfacción lo que sucede cada domingo en Santiago de los Caballeros en el barrio Los Pepines, con el espacio sonero de ‘’Antonio Keka’’, donde el Son y el Merengue se bailan en la calle. Algo semejante al espectáculo artístico que se produce cada domingo en las ruinas del antiguo hospital San Francisco de Así, donde la Agrupación Musico Cultural Bonyé, ofrece a parroquianos y turistas un espectáculo musical bailable de primera calidad.
Conclusiones
En conclusión, se requiere de la rápida ejecución de la segunda revitalización urbana de la Ciudad Colonial, una remuneración a los artistas itinerantes, concluir la instalación de las líneas eléctricas soterradas, reparar las aceras deterioradas, desaarrabilizar la Calle El Conde, embellecer las áreas verdes del Parque Colon, continuar con el programa de pintar las fachadas de las casas coloniales, y/o obligar a sus ocupantes o propietarios que la pinten, instalar parqueos o declarar algunas calles peatonales y seguir creando espacios culturales como los citados. Solo así, en pocos años vamos a lograr la meta de convertir a santo Domingo en el mejor destino turístico del Caribe.