Opiniones

El pastor Dio Astacio prioriza el Bar de Chencha

Por Nelia Rodríguez
El alcalde de Santo Domingo Este, conocido como el pastor Dio Astacio, le está dando especial protagonismo al Bar de Chencha, un espacio abierto con una pista de baile donde los que asisten se recrean con cerveza, ron y otras bebidas alcohólicas que les ayudan a liberar el estrés.

Recientemente, el pastor Dio Astacio, en su interés por promover la asistencia al Bar de Chencha, rompió con las tradiciones de los evangélicos al subir a la pista de baile y disfrutar de música secular, como el son, un género musical asociado a ambientes festivos y generalmente acompañado de bebidas alcohólicas.

Este acto, inusual para un líder cristiano, ha generado reacciones diversas en la comunidad. En su gestión como alcalde, Astacio ha demostrado un enfoque pragmático, adaptándose a diferentes estrategias para alcanzar sus objetivos.

Sin embargo, se perciben desequilibrios en sus prioridades, ya que proyectos emblemáticos como el Boulevard del Dominicano en el exterior, la Parada de la Cultura, las áreas verdes, el cementerio Cristo Salvador y los multiusos construidos en gestiones anteriores permanecen en un estado de abandono.

Mientras tanto, el Bar de Chencha parece recibir una atención destacada. Algunas preocupaciones adicionales incluyen la invasión de terrenos destinados al refugio de animales y la falta de mantenimiento del Monumento a la Biblia, contrastando con la colocación de una estatua de un líder ateo y comunista de Vietnam. Este contraste ha suscitado críticas y debates en sectores de la comunidad. Con las elecciones acercándose, se espera que los valores cristianos vuelvan a ocupar un lugar central en el discurso político.

Es probable que el alcalde recurra nuevamente a su imagen de líder religioso, presentándose con una Biblia en la mano y reforzando su conexión con la comunidad evangélica, un sector clave de su base de apoyo. Los ciudadanos de Santo Domingo Este anhelan una gestión que privilegie el trabajo constante y efectivo por el bienestar del municipio. Sin embargo, como ser humano, el alcalde enfrenta el desafío de equilibrar sus intereses personales con las necesidades colectivas de la ciudad. Solo me resta decir que el Señor bendiga a Dio Astacio y, de manera especial, a sus principales colaboradores, que son los regidores de Santo Domingo Este.

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