Por Santiago Mata
El actual período de la administración municipal cumplirá dos años el próximo día 24 de abril. Eso equivale a la mitad del camino.
Cuatro años no serán nada para un alcalde, pero dos podrían ser suficientes para detenernos por un momento y echarle un vistazo a lo está pasando en Santo Domingo Este.
Al pasar balance a la administración de Manuel Jiménez al frente de la alcaldía de Santo Domingo Este, será necesario, casi obligatorio, recordar que, a su llegada, el municipio venía de sufrir una de las peores gestiones de su corta existencia.
Y decimos una de las peores porque es probable que se alegue que Domingo Batista haya sido peor síndico que el Cañero y no creo necesario entrar en ese debate porque creo que ambos podrían perder ese puesto en un tiempo relativamente corto.
Para evaluar el desempeño de Manuel en la dirección del gobierno local, no será necesario esperar a que termine su gestión.
Lamentamos tener que hacer la evaluación con el método de la comparación, a sabiendas de que
las comparaciones son incómodas, porque no siempre son buenas ni justas, pero lo cierto es que en este caso no existe ninguna razón, ningún elemento válido para comparar esta gestión en un escenario de ejecuciones, de obras, de acciones.
Manuel Jiménez y Angela Herínquez al momento de tomar juramento como Alcalde y Vice Alcaldesa de SDE
Al menos, eso es lo que indican las evaluaciones que periódicamente le aplica el SISMAP al ASDE, que es el órgano oficial que evalúa la gestión de los ayuntamientos para identificar sus avances, áreas de mejoras y resultados.
Por esa razón, podría darse el caso insólito de que tanto Domingo Ba… como El Cañero sean desalojados a destiempo de su merecido puesto en la historia del municipio.
Hace dos años que Manuel ganó la alcaldía en medio de grandes expectativas.
Y hace justa y coincidentemente poco menos de dos años que el ASDE desapareció, como por arte de magia, del grupo de los ayuntamientos más eficientes del país, como era costumbre.
A partir de Manuel, cuando SDE no aparezca en el lugar número 12, hay que buscarlo en el 45 o más abajo en cualquier otro número de la lista, lo que evidencia la inconsistencia de una administración, cuya principal referencia es el capricho prodigioso de su incumbente.
Manuel Jiménez se ganó la simpatía de los votantes y la confianza de la población al ritmo de un verdadero “derroche” de promesas que se resumían en hacer de Santo Domingo Este una “Ciudad Justa y Creativa” y antes de cumplir los dos años de administración la simpatía y la confianza se han deteriorado hasta llegar al rechazo, porque se ha hecho más que evidente que, en realidad el buen hombre, no tenía ningún plan.
Sólo eran promesas.
A pesar de qué Santo Domingo Este se ha ganado miles de espacios periodísticos como el municipio más sucio del país, la basura no es el único problema que demuestra la incapacidad y la falta de un plan de acción del alcalde.
Las deficiencias son mayores cuando se refieren al presupuesto y el manejo los recursos del ayuntamiento.
El propio alcalde que se jacta del manejo pulcro y de los ahorros que ha hecho, no ha podido presentar una sola obra de importancia para el municipio, precisamente por falta de recursos.
De la misma manera se puede hablar de cualquiera de las áreas de competencias propias del Ayuntamiento.
Eso incluye todo, desde el ordenamiento del tránsito hasta la gestión del arte, la cultura el deporte o la construcción y conservación de, aunque sea 1 kilómetro de aceras y contenes.
Es decir que en estos dos años de administración no ha pasado nada, no se ha hecho nada que podamos decir que haya servido para mejorar la calidad de vida de quienes habitamos la parte oriental del Rio Ozama.
Nada.
Esa realidad la percibe la municipalidad en la falta de eficiencia en los servicios todos los días y aquellas grandes expectativas se han vuelto desilusión.
De ahí que la única conclusión a la que podemos llegar, para no alargar el cuento es que, los dos primeros años de Manuel Jiménez, son dos años perdidos para el municipio Santo Domingo Este.