SaludSDE

¿Hasta cuándo seguirá el Gobierno cruzado de brazos ante la epidemia de cólera en Vietnam de Los Mina?

Por William Perdomo
Otra semana, otro muerto en Los Mina a causa de la devastadora epidemia de cólera que azota sin piedad al empobrecido sector de Vietnam, tal como ha informado en varias ocasiones en primicia por Ciudad Oriental. Ya son cuatro víctimas fatales las que se cobran las deplorables condiciones sanitarias en esa marginal comunidad a orillas del río Ozama.

La más reciente víctima fatal es Nestora Jiménez Hilario, una viuda de 62 años residente en la calle Manuel de Jesús Ricardo, conocida como “Bajada del Diablo”, específicamente en el número 76 de dicho sector.

Sin embargo, el Gobierno brillará una vez más por su imperdonable inacción, cruzado de brazos, sin tomar aún medidas extremas pese a la gravedad de la crisis. ¿Cuántos muertos más hacen falta para que el presidente Luis Abinader declare de una vez la emergencia sanitaria que amerita este descontrolado brote colérico?.

La señora Jiménez Hilario, de 62 años, falleció en el hospital Ciudad del Almirante, donde fue trasladada en ambulancia del Sistema de Atención de Emergencias 9-1-1 el pasado 5 de enero, presa de una aguda diarrea, vómitos y deshidratación severa, síntomas del cólera que azota al sector.

Con su deceso, ya suman cuatro los muertos por el brote colérico en el empobrecido Vietnam de Los Mina. Previo a este caso, el día de Nochebuena se habían registrado dos fallecimientos más a causa de la misma enfermedad.

Y lo más indignante es que, a pesar de las reiteradas visitas al lugar por parte del personal del Ministerio de Salud Pública, que tiene como titular de la cartera al doctor Daniel Rivera, no se ha efectuado ninguna intervención contundente para frenar la propagación del cólera.

¿A qué se debe tamaña pasividad que cuesta vidas humanas ante un flagelo que encuentra caldo de cultivo perfecto en las paupérrimas condiciones sanitarias e higiénicas que imperan en el sector Vietnam de Los Mina?

Una epidemia de esta magnitud ameritaba medidas extremas y urgentes como la intervención sanitaria con acordonamiento de la zona, distribución de medicinas puerta a puerta, despacho de camiones cisternas con agua potable, instalación de tanques de potabilización hídrica e intensas campañas de concienciación en salud dirigidas a los moradores.

Sin embargo, la indolencia oficial campea ante el estupor de una opinión pública que ve cómo en pleno siglo 21 aún se muere en República Dominicana, y de forma completamente evitable, por enfermedades propias del subdesarrollo como el cólera.

No se necesitan comisiones de estudio ni diagnósticos para actuar frente a una crisis de salud pública tan evidente.

Lo que urge es voluntad política del Gobierno de Luis Abinader para movilizar todos los recursos públicos y privados en una cruzada a fondo por erradicar de una vez el mortal brote.

De no actuar ya con decisión, el gobierno cargará sobre sus hombros la culpa de permitir que sigan muriendo dominicanos por no garantizarles el elemental derecho humano de acceso a agua potable y condiciones sanitarias dignas. ¿Hasta cuándo?

Compartir:
Botón volver arriba