
Juan Soto llega al imperio de los Yankees y fantasía de New York se hace realidad
Por William Perdomo
¡Hola New York, soy Juan Soto!!… Durante meses, los Yankees se habían imaginado al dominicano Juan Soto vestido con su uniforme a rayas, disfrutando de uno de los bateadores más productivos del mundo apuntando hacia la benévola y corta distancia del jardín derecho del Yankee Stadium. Esa fantasía ya se hizo realidad.
Los Yankees causaron erupción la noche de este miércoles en el mercado de fichajes al finalizar las reuniones invernales de los dueños de equipos de Grandes Ligas con el traspaso más comentado de los últimos años. New York adquirió a Soto, procedente de los Padres de San Diego, a cambio de un paquete de prospectos y figuras jóvenes.
El nativo del barrio de Herrera, del municipio Santo Domingo Oeste, se erige ya como uno de los bateadores más temibles e imponentes entre los zurdos. Su notable disciplina en el plato y poder para extrabase convierten al line-up de los Yankees en aún más prolongado y productivo.
La corta distancia del jardín derecho en el Yankee Stadium se perfila para sacar aún más jugo al swing compacto de Soto, quien muy probablemente establecerá nuevas marcas personales de cuadrangulares y carreras impulsadas vistiendo el icónico uniforme.
Soto, de 25 años, llega a New York junto al jardinero Trent Grisham por cinco peloteros: los lanzadores derechos Michael King, Drew Thorpe, y los dominicanos y también pitchers diestros Jhony Brito y Randy Vásquez, además del receptor Kyle Higashioka.
Pero el impacto del traspaso va más allá de lo que Soto pueda aportar en el terreno de juego. Su impacto y carisma tienen el potencial de catapultar al sitial de los jugadores latinos más populares históricamente en la Gran Manzana. Una comunidad hispana sedienta de figuras con las que identificarse.
Se perfila que los Yankees hagan un acuerdo con el dominicano con uno de los más jugosos contratos multianual de toda la historia.
Soto completa su último año de arbitraje en 2023 con un salario de 30 millones de dólares antes de disponerse a agotar la agencia libre por primera vez al finalizar la temporada de 2024 y lanzarse a la búsqueda de un megacontrato, quizás con el equipo del Bronx.
Soto viene de una temporada 2023 en la que bateó .275/.410/.519 (OPS+ de 158) en 162 juegos para San Diego. Conectó 35 jonrones, 32 dobles, un triple y tuvo 109 impulsadas.
Tres veces All-Star y cuatro veces ganador del Bate de Plata, Soto lideró las Grandes Ligas con 132 bases por bolas, terminando sexto en la carrera por el premio JMV de la Liga Nacional.
A lo largo de su carrera de seis años en las Grandes Ligas con los Nacionales (2018-2022) y los Padres (2022-2023), Soto ha acumulado una línea ofensiva de .284/.421/.524, conectando 160 cuadrangulares con 483 impulsadas en 779 juegos.
El verdadero trasfondo del movimiento parece enfocado en alinear a Soto junto a Aaron Judge, el veterano toletero que en el 2022 se consagró con una histórica cosecha de 62 jonrones en ruta a su primer premio de Jugador Más Valioso en la Liga Americana. Judge recién firmó extensión por 9 años para blindar al corazón de la temible artillería.
Con este núcleo dinámico de dos súper estrellas bateadoras potenciando mutuamente en la alineación, los legendarios Yankees avizoran un nuevo ciclo de gloria luego de 12 años sin llegar siquiera a un Clásico de Octubre. Judge y Soto buscarán revivir una era ganadora.
Soto llega con la responsabilidad de devolver a los Yankees a la cumbre de la gloria. Si algún desafío está a la altura para motivar al prodigio dominicano, es precisamente portar el uniforme más emblemático del béisbol. El fenómeno Soto desembarcó en el imperio.