
La muerte ronda en las escuelas
Por Rosanna Salazar
Las erráticas políticas educativas, la disfunción familiar, las leyes permisivas y sobreprotectoras y la desautorización a la figura del maestro, nos están robando la vida de nuestros adolescentes con la violencia intraescolar ( unos por bullying, otros por crímenes dentro y fuera de los planteles contra el estudiantado y los docentes o, por espantosos números de suicidios en menores de edad durante estas dos ultimas semanas).
! Cómo duelen esos casos de atentados a la vida entre compañeros de clases o, de suicidios entre jóvenes escolares que sufren las ausencias de las vitales figuras familiares como son el padre y/o la madre!
Los juegos electrónicos de violencia, la música basura (que hasta los mismos padres incitan a escuchar y bailar, con mensajes de muerte, drogas y violaciones ejercen una fuerte influencia en el pensamiento y las emociones todavía en construcción de esos seres humanos tan jóvenes).
La muerte de hoy de un preadolescente de la Escuela Panamá, por una golpiza de sus compañeros, nos hace sentir que somos muchos los responsables de que los espacios que se suponen para el aprendizaje, la recreación, el desarrollo de ideas y conocimientos , sean hoy día , escenarios para la muerte y las mutilaciones ( como ocurrió hace unos días a un alumno en una escuela de San Pedro de Macorís, a quien le cortaron una mano).
Cuando los padres, los estudiantes y la sociedad en general dejaron de ver a la escuela como un segundo hogar y a los maestros como segundos padres, restandoles autoridad y hasta atacandolos física y moralmente, convirtieron a sus hijos en monstruos provistos del poder para matar y/ o matarse ellos mismos.
Estamos perdiendo a nuestros muchachos a manos de la delincuencia, del bullying, del abandono o sobreprotección de leyes permisivas o con regímenes de consecuencias leves o inexistentes.
Hay que retomar la escuela de amor con base en la autoridad y el respeto, para la seguridad de la vida de nuestros estudiantes, de su sensibilidad social y su desarrollo intelectual, emocional y moral.