Los contenedores de basura y la realidad oculta en Santo Domingo Este
Por Ronny Velásquez
Santo Domingo Este.’.- Los recientes contenedores instalados por la alcaldía en los puntos críticos de Santo Domingo Este han logrado, a simple vista, ocultar los vertederos improvisados que tanto molestaban a los munícipes. Estos focos de basura, resultado de la ineficiente recolección de desechos sólidos, parecían ser un problema del pasado. Sin embargo, la solución no ha sido tan efectiva como se nos ha querido hacer creer.
Es cierto que, con la colocación de estos contenedores, la basura ya no se ve esparcida en las calles de manera tan evidente, pero esto no significa que el problema esté completamente resuelto. A este panorama se añade un nuevo inconveniente: el fuerte y desagradable olor que emana de estos contenedores. El mal olor se ha convertido en un nuevo tormento para los habitantes, quienes ahora enfrentan otra molestia que pone en duda la efectividad de esta solución.
Las promesas del alcalde de que estos contenedores serían lavados y mantenidos en condiciones higiénicas parecen haber quedado en palabras vacías. La realidad es que, en muchos sectores, los contenedores nunca han sido lavados, lo que ha generado una acumulación de suciedad y una proliferación de malos olores que afecta a todos los que viven y transitan cerca de ellos. Esto pone en evidencia una preocupante falta de seguimiento y cumplimiento de los compromisos asumidos por la administración municipal.
Los munícipes esperaban que, tras la instalación de estos contenedores, no solo se aliviaría el problema de los vertederos improvisados, sino también se mejoraría la gestión general de los desechos. Sin embargo, la situación ha dejado en claro que, aunque se hayan tomado ciertas medidas, la raíz del problema sigue sin ser tratada de manera efectiva. La falta de un plan claro y riguroso para el mantenimiento de estos contenedores y la poca frecuencia en la recolección de los desechos generan nuevos desafíos que la administración debe enfrentar con urgencia.
La imagen de progreso que se quiere proyectar no puede sostenerse si lo que se oculta tras estos contenedores es la misma ineficiencia que generó los vertederos improvisados. Los ciudadanos merecen más que soluciones superficiales; merecen un municipio limpio, con un sistema de recolección y mantenimiento de desechos que funcione de manera eficiente y sostenible.
Es hora de que la alcaldía responda no solo con palabras, sino con acciones concretas que realmente impacten la calidad de vida de los ciudadanos. La limpieza de estos contenedores no debería ser una promesa incumplida, sino una prioridad diaria. Solo así se podrá resolver, de una vez por todas, el problema de la basura en Santo Domingo Este.