Por Robert Vargas
Al ex diputado peledeísta y empresario Luis Alberto Tejeda se le ocurrió anoche salir a las calles a celebrar la fiesta de la Navidad y lo que le sucedió fue, simplemente, de apaga y vámonos.
Creo que él mismo se sorprendió por lo que sucedió ante sus propias narices.
Poco después de las seis de la tarde de ayer, se reunió una pequeña caravana en la avenida Venezuela, frente a «Los Transformadores».
Delante estaba un equipo de sonido pírrico. De poca monta. Por él se dejaba escuchar un merengue navideño, parodia de otro merengue de Milly Quezada.
En la versión parodia se informa que viene Luis Alberto.
Un momento más tarde, llegó el viejo gordo Santa Claus, que es una creación comercial de Coca Cola.
El viejo Santa se montó en la cajuela de un todoterreno y, con su ayudante, estaban listos a repartir golosinas a su paso.
Finalmente, llegó Luis Alberto Tejeda. Sonriente, como siempre.
Se desmontó de su vehículo y saludó a quienes allí estaban, entre estos a Jacobo Colón y Cinthia Polanco.
Entonces, inició el recorrido hacia lo desconocido.
Es posible que en su mente estuviera la derrota que padeció el año pasado en las elecciones municipales a manos del hoy alcalde Manuel Jiménez, quien se ha ocupado desde temprano de darle la espalda a la base y dirigencia media del PRM, que lo ayudó a ganar.
Aún así, Luis Alberto no estaba en campaña electoral, sino celebrando la Navidad, a su manera, recorriendo distintos barrios y sus calles y saludando a la gente.
Y, vaya sorpresa.
En las distintas calles por las que pasaba la caravana, la gente corría a saludarlo. Las mujeres le «brincaban encima».
La alegría no podía ser mayor, Veían en Luis Alberto una luz de esperanza y, claro está, eso le encantó a este dirigente político, quien todavía no dice si corre por la nominación a la alcaldía, o si cumple con otras funciones, aunque el dice que es un soldado dispuesto a ocupar el puesto que su partido de la Liberación Dominicana le asigne.
Independientemente de lo que Luis Alberto piense, anoche quedó claro que él representa la esperanza de progreso para muchos munícipes de Santo Domingo Este.
Su presencia en las calles, sin avisar, y la reacción positiva de la gente, así parece confirmarlo.
El vídeo que les mostramos junto a esta nota lo dice mejor.