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Musicalidad de Tokischa, realidad social y la doble moral dominicana

Por Jonathan De Oleo Ramos
Me permito con su venia y desde esta importante plataforma, compartir estás ideas, para aportar al debate que se ha generado en torno a la joven exponente dominicana Altagracia Peralta, conocida en el mundo musical como Tokischa.

¿Quién es Tokischa?

Altagracia Peralta, mejor conocida por su nombre artístico y musical Tokischa, o simplemente María Juana, se ha popularizado por sus temas controversiales como: “No me importa”, “Desacato escolar”, “El rey de la popola”, “Yo no me voy acostar”, «Tunkuntazo»,»Linda y «Perra».

La intérprete de Trap, ha sido tendencia los últimos días y su trabajo ha trascendido a nivel internacional por sus colaboraciones «Linda» con la española Rosalía y «Perra» con el colombiano J Balvin. Sus temas son tendencias en todas las plataformas digitales dentro y fuera del país, otros artistas internacionales felicitan y se ponen a disposición para grabar junto a ella.

Este sábado 11 de septiembre, Tokischa ha sido tendencia todo el día en la red social de Twitter en el país, con #QueridaTokischa, ya que la conocida María Conchita escribió en el instagram de la cantante una carta titulada: «Querida Tokischa». De inmediato miles de personas de todas las edades, géneros y clases sociales hicieron opinión pública de lo expuesto en la carta, que reprimía las letras de las canciones de la artista, como otros y otras lo han hecho desde que se ha conocido.

Si quieren saber todo lo que se ha debatido y escrito en contra y a favor, los invito a buscar la tendencia arriba mencionada.

En la República Dominicana, como todos los países, artistas de diferentes generaciones y generos musicales siempre han grabado temas con letras que antes llamaban de doble sentido y que ahora le llaman vulgar. Esos temas siempre se han pegado de manera particular en la clase menos pudientes, sectores sociales humildes, campesinos, barras, bares, colmadones y discotecas.

Ahora en la actualidad pasa lo mismo, pero con contexto diferente, ya que la cultura se transforma y los tiempos cambian.

En estos tiempos que está muy de moda hacer hilos en los escritos de redes sociales, vamos hacer un hilo pero de la memoria, recordando esos temas musicales de artistas famosos del país que pegaron sus canciones catalogadas de vulgares por sus letras, recordemos a Johnny Ventura y luego la trascendencia que tuvo como artista, pero cuando salió con sus temas, era vulgar.

Cabe recordar que este es un pueblo de doble moral de los pies a la cabeza, aquí alabamos lo de afuera, entendemos que es lo mejor y lo de adentro lo acabamos. El denominado síndrome de Guacanagarix, fruto de esos genes coloniales y eurocentrista que no nos deja avanzar como sociedad tercermundista.

¿Quién sabe el origen de las malapalabras, vulgaridades, lo repunnante, las orgías sexuales y los desenfrenos? Todo eso siempre ha existido, desde siglos antes de Cristo. No se ha inventado nada, Tokischa menos ha inventado nada.

La música no le da forma a la sociedad, si no todo lo contrario, la música es un reflejo de la realidad social de un momento y eso es lo que representa la Tokischa en estos tiempos, gustele a quien le guste y duelale a quien le duela.

Gente de todas las clases en RD se han pasado la vida escuchando canciones con doble sentido, vulgares y letra sucia y ahora quieren venir a mostrarse puritanos, finos, sanos y sin pecados.

Se acuerdan del «Polvorete» de Fernando Villalona, del «Nene se despertó» del Conjunto Quisqueya, «Metanmelo Preso» de New York Band, «El cachimbo», «El Cuarto» de Johnny Ventura, «El machete» de Wilfrido Vargas,
«Ponmelo ahí que te lo vuá partí». Quién no ha bailado y cantado: «Señores tengo ganas» de Raulin.

«El total para que» de Blas Durán, “Pájaro Pelú”,
«Yo lo coloco y ella lo quita» de Musiquito, «La comezon» de Marino Pérez y otros como: «La Arepa», y «El Muñeco».

«El Venao», «El Moñoñón», «Severa», «La Inyección», «El Gago», «El tomate», «El Palito», «Tiene la vecina un conejo grande», Le comien el gato a la hija de la vecina», «El canario» de Jossie Esteban y la Patrulla 15 o «Rafael dile a Romery que me espere en el salón, que tengo los materiales».

De «Quisiera ser un pez, para meter mi nariz en tú pecera» ni hablemos señores.

La doble moral del país se maneja así y lo plantea una twittera con este escrito: «#QueridaTokischa si cantaras baladas románticas sobre un tipo que te abandonó no te cuestionarían tanto. Pero al asumir la agencia de tu propio cuerpo te vuelves blanco de críticas en RD».

No es verdad que sí le pones la música de Mozart o Beethoven a un muchacho cuyos padres lo ignoran, lo maltratan, no lo apoyan, no los ayudan con su educación y los deja a la suerte de la sociedad, va a salir tremendo ser humano, pero esa son de las reglas sociales en RD.

Un cuestionamiento que me hago como dominicano, joven y ciudadano crítico, es que no veo la vil indignación de tantos paisanos por la situación que estamos viviendo en el país con la delincuencia que nos arropa, los legisladores narcotráficantes, los maestros que se quemaron en el concurso, los malditos apagones, los políticos ladrones, el robo a mano armada de las ARS y las AFP.

A esos mismos doble moral no le interesa ni le llama la atención el informe nacional que plantea que los estudiantes de primaria no saben leer ni escribir y que el Código Penal no se ha aprobado en el Congreso por la falta de voluntad política de los legisladores, partidos, gobierno, empresariado y los sectores fácticos que inciden en las tomas de decisiones de nuestro país. Jhonathan De Oleo Ramos

¿A quién debemos escribirle una carta para que las adolescentes de los bateyes de Monte Plata no pierdan clases porque no consiguen toallas sanitarias para ir a la escuela cuando están menstruando?

Señores, no tengan hijos e hijas pensando que la sociedad les debe algo o tiene algún tipo de responsabilidad compartida en esa crianza. La crianza de sus hijos e hijas es responsabilidad de los padres y su familia.

El problema es que tenemos una parte de nuestra sociedad tan dolida y desmotivada por la falta de oportunidades/privilegios, que de la única manera que la clase alta la escuchay se acuerda que existen, es cuando personajes como Tokischa hacen suficiente ruido y se muestran tal como son. En Pedagogía Sistemica eso se llama, «dejarse ver si no los ven, hacerse notar si no los notan, pero con rebeldía y amor a su origen y su sistema.

Tokischa es un reflejo del deterioro social, institucional, político, económico, familiar, religioso, de las faltas de políticas públicas y oportunidades a los ciudadanos y ciudadanas, por lo que es necesario a través de los padres, el estado y toda la sociedad, trabajar y cambiar el sistema para que no surjan más Tokischas o Tokischos, que nos digan en nuestras caras lo que sabemos que es, y no nos gusta que nos digan. Ella no es el problema, ¿Dónde está la Comisión de Espectáculos Publicos?

La cultura se transforma por la necesidad del individuo, la realidad de la República Dominicana es otra, vivimos en una era digital en su máxima expresión, el deterioro social ha tocado fondo en RD y ya no tenemos casi ejemplos ni espejos y pocas personas a quien seguir como referentes.

Antes se cantaba y se baila esta música: «El moñoñon que grandulote de esa mujer, ese moñoñon».
«El moñoñon que grandulote de esa mujer, te gusta a ti».

El moñoñon del artista Robert Vargas ahora es la Polola en la música de Tokischa, ambos nombres no correctos de esa parte de la mujer.

Por eso me pregunto ¿cuál es la diferencia? La diferencia es la época. Las Tokischas siempre han existido, en ocasiones más pasiva que ahora.

Son mucha las personas que empiezan escuchando a «Desnuda» de Arjona y terminan con «Tukuntazo» de Tokischa. La fiebre no está en la sábana dominicanos y dominicanas de buena y mala voluntad.

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