Nelia pide a regidores del PLD y la FP elegir entre el alcalde y su comunidad
Por Nelia Rodríguez
El alcalde Dío Astacio, en su discurso de rendición de cuentas, manipuló la información con mentiras y verdades distorsionadas en más de 30 ocasiones. Sin embargo, los regidores del PLD y de la Fuerza del Pueblo, quienes tienen el deber de fiscalizar su gestión y estar del lado de la comunidad, guardaron silencio ante tantos engaños expresados con total impunidad.
Sabemos que los regidores del PLD y la Fuerza del Pueblo son ciudadanos honorables, respetuosos de las leyes, honestos y nobles, personas de buena fe. Pero el alcalde se está aprovechando de esa bondad para administrar la ciudad como si fuera un terreno baldío de su propiedad.
Como ciudadana de Santo Domingo Este, y como compañera y amiga de la gran mayoría de los regidores de oposición, les pido que se pongan del lado del pueblo y honren a la comunidad que depositó en ustedes su confianza.
Ustedes están llamados a fiscalizar. No es posible que sean los únicos ciudadanos del municipio que no se han dado cuenta de que esos reductores de velocidad, mal colocados, ya han cobrado la vida de un joven. Que cualquier carro bajito que transite por la carretera Mella o por otras avenidas del municipio resulta dañado, y que nadie con problemas de columna puede conducir con seguridad por las calles de Santo Domingo Este.
Como representantes del pueblo, no pueden permitir que el alcalde gaste más dinero en promover su figura que en mantener los equipos de transporte y otros bienes del ayuntamiento. El alcalde mintió descaradamente al decir que heredó una deuda de Senakis de 17,573,805.31 millones de pesos de la gestión anterior, cuando en realidad las facturas corresponden a junio, julio y agosto de 2024. Solo esa mentira debió bastar para convocar una rueda de prensa que desenmascarara sus falsedades.
Tampoco hemos escuchado una posición firme de los regidores del PLD o de la Fuerza del Pueblo sobre el dispendio de recursos que se dilapidan en una supuesta “marca ciudad” que no representa identidad, ni cultura, ni sentido patriótico ni pertenencia municipal.
Necesitamos que los regidores se pongan del lado del pueblo y exijan la eliminación de los contenedores malolientes instalados en las aceras, que aumentan la presencia de ratas y violan leyes medioambientales, de salud pública y, especialmente, la Ley 176-07 y la constitución de la República en sus artículos 46, 61, 66, 67.
También urge el regreso de las rutas y frecuencias de transporte establecidas en la gestión de Juan de los Santos.
Al alcalde anterior se le criticaba que compraba camiones sin resolver los problemas del municipio. Pero este, además de no resolverlos, crea nuevos conflictos que afectan la vida cotidiana de los ciudadanos.
En medio del desorden municipal provocado por el sonidista que hoy maneja la ciudad como un escenario de espectáculos, los regidores de oposición deben tomar una decisión: o se colocan del lado del pueblo que los eligió y paga sus salarios, o se alinean con un megalómano que gobierna sin control. Si eligen al pueblo, la sociedad y el país los reconocerán. Pero si deciden ser cómplices de este caos, el pueblo se los cobrará en las urnas.