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Nuevo capítulo del «reality» de la parada de guaguas en el Parque del Este; Manuel Jiménez vuelve a escena + Vídeo

Por Robert Vargas
Un nuevo capitulo del «reality show» en  que se ha convertido el tema de la parada de guaguas en el Parque del Este ha sido puesto escena con la entrada del alcalde Manuel Jiménez, en momentos en que se dan los toques finales para la inauguración de la obra y con el síndico buscando «un bajadero» que lo ayude a salir airoso en esta trama.

Hace un mes, el Concejo de Regidores del ASDE aprobó una ordenanza que obliga al alcalde a disponer la «suspensión inmediata» de los trabajos de construcción de la parada de autobuses, en atención a una sentencia del Tribunal Constitucional de diciembre del año pasado, y que fue usado por Jiménez como consigna de lucha en los tiempos de la campaña electoral.

El alcalde se tardó un mes en reaccionar a la disposición del Concejo de Regidores y lo hizo ayer amenazando con llevar a los tribunales a la empresa Aceros Estrellas, que construye la obra en nombre del Gobierno.

En su comparecencia ante los concejales, Jiménez no hablaba ya en la forma altisonante que lo hacía cuando estaba en campaña y le reclamaba al entonces alcalde Alfredo Martínez que ejecutara «de inmediato» la sentencia del TC.

Ahora, Jiménez ha optado por anunciar que hará las diligencias por ante la empresa constructora y, si esta no suspende los trabajos, entonces regresará a los tribunales.

Más aún. Jiménez anunció que solicitará la realización de un estudio de impacto ambiental por una ionstitución «independiente» o internacional para que sea esta quienes decidan si debe ser construida o no la parada de guaguas al lado del parque natural Los Tres Ojos.

Anteriormente, cuando era candidato, Jiménez daba como buena y válida la investigación que hizo la Academia de Ciencias de la República Dominicana.

La parada de autobuses ya está en la fase final y será inaugurada en las próximas semanas por el gobierno.

La estrategia de Jiménez lo lleva a procurar salir airoso de esta situación.

Si el gobierno se impone, dirá que que este lo «aplastó», y si el estudio de impacto ambiental lo contradice, podrá aportar argumentos científicos para no ir contra la parada de guaguas.

 

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