Paúl Almánzar Hued con la mirada puesta en el horizonte del INAGUJA
Por Robert Vargas
Son muchos quienes apenas conocen a Paúl Almánzar Hued y ha conocido más de él ahora que está al frente del Instituto Nacional de la Aguja (INAGUJA).
Sin embargo, recuerdo que lo vi por allá, por el año 2018 cuando fue electo como el Vice Presidente más votado en la convención interna del Partido Revolucionario Moderno.
Dos años más tarde, el presidente de la República Luis Abinader lo designó en el cargo de Director Ejecutivo de la INAGUJA.
Y aquí estaba este joven, aficionado a la fisicultura, con una institución en ruinas puesta en sus manos para que la relanzara en el contexto de una política oficial que, según dicen, se propone impulsar el desarrollo de la mujer mostrándole el camino a seguir y aportándole las herramientas necesarias para construir su futuro y el de los suyos de forma auto sostenible.
¿Qué tiene que ver Paúl Almánzar Hued con la industria textil?
Paúl, quien nació el 22 de agosto del año 1979, es abogado, licenciado en Mercadeo y experto en Diseño y decoración de Interiores.
El asunto de sus vínculos con la costura y el mundo del diseño la «corre por las venas». Le llega de su biseabuela, de su abuela y de su madre por lo que, en el año 1988 funda su empresa denominada Cortinas Sandra, SRL.
Sus condiciones de dirigente del PRM, abogado, mercadólogo y experto en diseño de interiores son variables que Abinader tomó en consideración para ponerlo al frente del INAGUJA, una institución fundada en la «Era de Trujillo», cuando en la zona oriental existían el Instituto Nacional del Algodón y la Industria Textil Los Mina.
Sin embargo, a la llegada de Paúl al INAGUJA esta era una institución en ruinas, literalmente, pero este jóven político y empresario logró sacarla del anonimato al insertarla en la nueva realidad que vive el país.
Educación de mujeres para el trabajo
Con su visión actual y moderna, Paúl Almánzar reencausó el INAGUJA convirtiéndola en una entidad estatal de empuje estimulando a las mujeres para que participen en cursos y diplomados diversos, en los que aprenden una gran variedad de temas relacionados con el mundo textil y el emprendimiento.
Así, bajo la dirección de Paúl Almánzar, en poco más de un año, el INAGUJA ha formado miles de mujeres para que sean emprendedoras y no requieran de la asistencia social.
El asunto no queda ahí, sino que ese ente gestiona la contratación de servicios que son gestionados por estas mujeres.
De esa manera, el INAGUJA, comienza a tener una nueva imagen y, por ahora, no parece que existan indicios de que el gobierno pretenda privatizarlo.
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¡Ah! Un detalle que luce interesante:
Paúl Almánzar está tan dedicado a recuperar y relanzar definitivamente el INAGUJA que, en caso de seguir como ahora, dedicándole tantas horas de sacrificios, finalmente podría terminar con una úlcera estomacal debido al estres y el trabajo continuo e intenso que realiza.
Por ahora, las apariencias sugieren que la selección de Almánzar por Abinader para ocupar ese puesto ha sido excelente.