Por el camino que va, Manuel Jiménez dejará al PRM hecho trizas para las elecciones del 2024
Por Robert Vargas/ Opinión
Todos los indicios sugieren que, por el camino que va, Manuel Jiménez dejará hecho trizas al Partido Revolucionario Moderno de cara a las elecciones municipales del año 2024.
Todos recuerdan que Jiménez esperó hasta el último momento para ingresar a esa organización antes de las elecciones municipales del 2020 y se vendió a sí mismo como el individuo capaz de conducir al municipio hasta convertirlo en una «ciudad Justa y Creativa».
Sin embargo, con apenas 14 meses de gestión, el alcalde «justo y creativo» parece que ha decepcionado hasta a quienes fueron sus mejores auspiciadores y defensores y en la actualidad tiende a estar cada vez más solo.
Tan solitario está, que él mismo ha tenido que admitir que su popularidad o nivel de aceptación está por debajo del 14% y no descarta que esta se derrumbe a un pírrico tres por ciento al concluir su mandato de cuatro años.
Tan encerrado está en su concepción del mundo, que Jiménez considera que el único que tiene la razón y la verdad en todo es él, y nadie más que él.
Por ese motivo está considerando muy seriamente la posibilidad de «imponerle la felicidad» a la Ciudad.
Él mismo lo ha dicho cuando sugiere que «a veces la felicidad hay que imponerla«.
Su forma de actuar lo ha convertido en un hombre solitario, solo respaldado por «las focas», según dijo un día el regidor perremeísta José Ramón Jiménez en plena Sala Capitular.
Y, que conste, José Ramón actuó en las elecciones del año 2016 contra el candidato de su partido, Domingo Batista, para favorecer a Manuel Jiménez, quien era el candidato del Frente Amplio.
El verdadero yo, de Manuel Jiménez
Tan pronto asumió el cargo, el 24 de abril del 2024, Jiménez hizo cuanto estuvo a su alcance para mostrar su «verdadero yo» en todo su esplendor.
Se alejó de quienes le ayudaron a ganar las elecciones y está plenamente convencido de que el PRM triunfó porque lo llevó a él como candidato, no porque él se montó sobre la ola que arrasó con el Partido de la Liberación Dominicana en la mayoría de los municipios, en el Congreso Nacional y en el Poder Ejecutivo.
Así las cosas, solo con la cabeza llena de sueños y sin comprobada capacidad gerencial, comenzó a desarrollar una gestión municipal que, para muchos, representaba la ilusión de una ciudad mejor.
Sin embargo, apenas 14 meses después, no faltan quienes ya digan que se trata del peor alcalde que ha tenido el municipio Santo Domingo Este.
Lo colocan por debajo de Domingo Batista, de Juan de los Santos y de Alfredo Martínez.
Mientras tanto, los dirigentes medios del PRM ya no consideran que Manuel Jiménez los represente y lo sienten ajeno a su organización.
Esto explica que bastiones del PRM como San Luis, Villa Liberación y El Tamarindo, entre otros, le expresen su desprecio en el marco de un proyecto que procura resolver el problema de la basura en Santo Domingo Este.
Deja al PRM sin discurso para retener la plaza
Manuel Jiménez está dejando al PRM sin discurso para poder retener la importantísima plaza electoral que es Santo Domingo Este.
Su situación es de un nivel tan grave que él no se atreve a visitar los locales del PRM y parece que, en el mismo Ayuntamiento, ya agotó la paciencia de un buen número de regidores perremeístas, a los mismos que tachó de vagos y a quienes ahora recurre para que lo ayuden a sortear la situación crítica por la que atraviesa.
Es bastante posible que, creyéndose ser la última bebida del desierto, considere la probabilidad de abandonar al PRM para ir a formar parte de otra entidad política y ganar, por sus solas fuerzas, la reelección.
Lo haría, eventualmente, tras aniquilar el discurso político y social del PRM.
Manuel Jiménez puede repetir la historia de Jorge Blanco e Hipólito Mejía
Mirando lo que ocurre en su entorno, regresa a la memoria lo que sucedió con Joaquín Balaguer en el año 1986, cuando Salvador Jorge Blanco lo sacó de la «tumba política» y le abrió el camino para que el viejo caudillo gobernara el país durante otros diez años.
O cuando el desastroso gobierno de Hipólito Mejía, (2000-2004), trajo de regreso al PLD, que gobernó el país hasta el año pasado.
Ahora, las apariencias sugieren que, al menos en Santo Domingo Este, Manuel Jiménez, con sus desaciertos y falsa creencia de ser el único poseedor de la verdad, sea quien le esté abriendo las puertas del Palacio Municipal a los adversarios externos.
Anoche, un prominente perremeísta me dijo que, si Manuel Jiménez sigue como va, quien fue su contrincante mayor en las elecciones del 2020, no tendrá que hacer grandes esfuerzos para ganar la alcaldía en el 2024.
Y esto, en boca de un perremeísta, es mucho decir.
Deja al PRM si discurso
Por lo pronto, Manuel Jiménez está dejando al PRM sin discurso; lo está arrinconando y colocándolo en un grave riesgo de perder esta plaza electoral, lo que sería funesto para las potenciales aspiraciones reeleccionistas del presidente Luis Abinader.
Esta soledad que arropa al alcalde podría explicar en gran medida su iniciativa de llamar hoy al bloque de regidores del PRM para que adopten una posición «partidaria», pretendiendo que esos concejales olviden la forma en que él «los tiró al medio» tachándolos de «vagos» que querían hacerse de los fondos del municipio cuando se propuso una compensación del 20% de sus salarios.
Con su accionar, Manuel Jiménez parece que le abre las puertas del Palacio Municipal a un gerente probado.