Por Robert Vargas
Algunos medios de comunicación nacionales se apuraron ayer a decretar el «fracaso» del paro de labores en el cibao. Con esa conducta, esos medios pierden credibilidad, sobre todo, cuando la realidad les da en la cara y le brota por todas partes.
Y lo hicimos. Fuimos a San Francisco de Macorís un día antes del inicio de la protesta. Llegamos temprano el domingo en la noche y recorrimos distintos sectores. Todo grabamos.
Aunque la protesta estaba convocada para el día 25, desde la noche anterior la gente se guardó temprano en sus hogares y los comercios, incluidos los tradicionalmente ruidosos centros de diversión, cerraron sus puertas bastante temprano.
Al día siguiente, o sea ayer 25 de abril, iniciamos el recorrido grabando todo.
Así, fuimos testigos de que todo el comercio estaba cerrado y el tránsito era escaso, extremadamente escasos. Eso sí, los motoristas, como de costumbre se desplazaban.
La avenida Libertad había sido tomada por completo por fuerzas policiales, que mantuvieron a rayas a grupos de personas que, una cuadra más allá, incendiaban neumáticos.
La estrategia del Director Regional de la Policía, Juan Pablo Ferreira, era clara: evitar que desde los barrios más populares la gente saliera a la avenida principal a protestas.
Mientras tanto, garantizó seguridad a los pocos establecimientos cuyos propietarios decidieron mantener abrir sus puertas.
Entre estos estaban algunos, muy escasos por cierto, en un mercado junto a la avenida; las gasolineras, los bancos comerciales, la gobernación provincial, y la Dirección General de Impuestos Internos, entre otros.
La estrategia de Ferreira dio resultado. Mantuvo confinado a los manifestantes en los barrios de la parte alta.
Aún así, en el casco urbano y los barrios de clase media y alta, las actividades comerciales, el tráfico de vehículos y las gentes en las calles era extremadamente nulo.
Y aquí vienen las preguntas:
- ¿Porqué la población de San Francisco de Macorís acogió la convocatoria a paro general?
- ¿Porqué personas pobres y acomodadas económicamente se sumaron a la protesta?
Lo hicieron a pesar de que en las calles estaba desplegado el poder del estado.
El gobierno tiene las siguientes alternativas:
- 1.- Admitir que en esa provincia hay un disgusto generalizado contra su política económica y social y, en consecuencia, buscar y ejecutar soluciones a las causas del malestar.
- 2.- Acusar a la oposición de ser la promotora de la protesta, que la gente asumió como suya y con entusiasmo y
- 3.- Usar medios de comunicación y activistas en las redes para negar que ocurriera lo que todo el mundo vio que sucedió.
De hecho, tras el éxito rotundo conquistado ayer en términos de paralización, es posible que esos grupos sociales y comunitarios que organizaron la protestaen San Francisco de Macorís y otras ciudades cibaeñas, estén preparándose para hacer convocatorias similares en distintas provincias del Sur, el suroeste, el Este y, finalmente el Gran Santo Domingo y el Distrito Nacional, siguiendo la táctica de transitar por el «camino del campo que lleva a la ciudad».
En el contexto de la cobertura que Ciudad Oriental dio al paro en San Francisco de Macorís, recorrimos distintos barrios y conversamos con los organizadores locales de la protesta y con el Director Regional de la PN.
Por tanto, vimos en directo que la población está molesta y que esto ocurre cuando el gobierno del presidente Luis Abinader tiene ya casi dos años.
Y eso que vimos, se lo mostramos a nuestros lectores en este vídeo, que sirve para la historia. El vídeo concluye con las entrevistas a los organizadores de la protesta y el Director Regional de la PN, general Juan Pablo Ferreira.
No hay forma de desmentir lo que ustedes verán a continuación, aunque cierta prensa mienta de forma descarada.