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¡Qué pasó en Santo Domingo este con las lluvias del sábado?

Un breve repaso de lo que no debió suceder.

Por Santiago Mata
Lo que ocurrió el pasado sábado en prácticamente la totalidad del territorio dominicano, como consecuencia del disturbio tropical, fue más de lo que se podía esperar, a pesar de los pronósticos.

La propia directora de la Oficina Nacional de Meteorología (ONAMET), la ingeniera Gloria Ceballos, no ha dudado en destacar que lo que vimos el sábado pasado fue “el evento de mayor precipitación pluvial jamás ocurrido en la República Dominicana”.

La directora de la Onamet informó que en solo 24 horas se registraron 431 milímetros de lluvias al tiempo de recalcar que nunca » habíamos tenido esta cantidad».

Esas son palabras mayores.

Cuando ocurren acontecimientos de esa categoría, sobre todo cuando los hechos superan por mucho las predicciones, no hay forma de que se puedan tomar todas las previsiones que finalmente fueran necesarias, como ocurrió reciententemente en Nueva York, la Gran Ciudad, donde las lluvias de intensidad inusual hicieron colapsar el sistema de alcantarillado y que causó inundaciones generalizadas en calles, sótanos, escuelas, vehículos, el metro y hasta en sus principales aeropuertos.

Las autoridades de la Gran Manzana no esperaban que las lluvias fueran de esa magnitud y por tanto, tampoco  esperaban que sus efectos fueran tan destructores, a pesar de los pronósticos, pero al ver la realidad, se activó en esa ciudad un verdadero plan de mitigación a la altura de los daños e inmediatamente dispusieron de todos los recursos disponibles, tanto humano, como de cualquier otra índole para dar una respuesta efectiva los acontecimientos.

En la república dominicana acaba de ocurrir un evento natural parecido, el cual está asociado al cambio climático, de acuerdo a la doctora Ceballos.

Y efectivamente, todos los organismos estatales han unido esfuerzos para salir a dar una respuesta a los efectos de los terribles aguaceros del sábado, incluyendo a las alcaldías de todo el país.

En casos como estos, todos los sectores aportan su «grano de arena»; comerciantes, clubes, juntas de vecinos, y hasta simples moradores en sus comunidades, pues se trata de una emergencia que requiere de la participación de todos.

Y así ha ocurrido.
En ese sentido, es justo reconocer y admirar los operativos preventivos lanzados por la alcaldía del Distrito Nacional encabezados por la alcaldesa Carolina Mejía, al alcalde de José Miguel Mendez, de Villa Altagracia y al alcalde Aneudy Ortiz Sajiun, de San San José de Ocoa, quienes dieron muestras de responsabilidad ante el evento que comenzó a anunciarse con varios día de anticipación.

Sin embargo, ha llamado poderosamente la atención la pasividad de las autoridades de la alcaldía de Santo Domingo Este, la cual hizo llegar una nota de prensa a los medios, donde informa que «En estos momentos el alcalde Manuel Jiménez y el Comité Municipal de Emergencias se encuentran en sesión permanente de trabajo».

Mientras tanto, no se percibe la envergadura de un operativo que esa administración debió poner en marcha desde la madrugada de ese mismo día,  ante la precaria situación comprobada en diferentes puntos vulnerables del municipio.

Lo ocurrido el sábado no es culpa del alcalde Manuel Jiménez, pero Manuel Jiménez es todavía el alcalde de Santo Domingo Este y Santo Domingo Este requiere de la intervención rápida de sus autoridades ante hechos como esos.

En los días de las primarias perremeístas , a mediados de septiembre, ocurrió un evento parecido y dio gusto ver al alcalde en medio de su campaña por la candidatura, tomarse arriesgadas fotos en plena tempestad, contrario a su escasa presencia a propósito  del diluvio del sábado pasado.

Este es sólo un llamado para que las autoridades de nuestro municipio recuerden que su responsabilidad no ha concluido.
Tal vez fue esa ausencia la que motivó al candidato del PLD a llenar su vacío, cuando se vió desde tempranas horas del domingo acudir al llamado de auxilio de varios sectores del municipio, en una acción que debe llenar de vergüenza al ayuntamiento en un momento tan urgente como el que se vive hoy día en diferentes las comunidades impactadas  del municipio.

Para ello, Luís Alberto,  según se ha sabido, logró coordinar esfuerzos urgentes con sectores empresariales del municipio para aportar soluciones, que son de la competencia de la alcaldía.

Acudió a los sectores La Laguna- La Francia-Villa Duarte, El Cachón de la Rubia, Lucerna, Cansino Adentro, La Lata de los Tres Brazos y Los Mina Viejo, donde puso a disposición de los ciudadanos una cantidad de camiones multiuso para resolver problemas provocados por las lluvias, respaldados por un numeroso equipo de voluntarios y comunitarios de cada una de las comunidades afectadas.

Eso no debió suceder, mientras tanto, lo único que se sabe es que «el alcalde Manuel Jiménez y el Comité Municipal de Emergencias se encuentran en sesión permanente de trabajo».

Sin ánimo de molestar, lo cierto es que se ha notado la falta de acción ante la envergadura de los acontecimientos  provocados por el inusual fenómeno.

Debemos estar a ojos abiertos en Santo Domingo Este.

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