Destacadas de CiudadOriental.comSDE

Santo Domingo Este (ASDE) un municipio atrapado en la basura y la indiferencia

Por Ronny Velásquez/CiudadOriental
A pocos meses de haber sido instalados, los contenedores destinados a gestionar los desechos ya están presentando graves problemas. Muchos están reventados y comenzando a pudrirse. Mi experiencia como herrero me permite afirmar que estos contenedores, evidentemente, estaban en desuso antes de ser adquiridos.

El lixiviado –ese líquido corrosivo que se desprende de la basura en descomposición– ha corroído rápidamente la galvanización que debería proteger al hierro, dejando expuesta la mala calidad del material y la falta de criterio en su elección.

Santo Domingo Este enfrenta un problema que parece no tener fin: la basura. Más de 1,800 toneladas de desechos se generan diariamente, y las autoridades municipales han demostrado, con cada acción y omisión, su incapacidad para gestionar esta crisis.

A esto se suma un agravante: las lluvias recientes. El temporal no solo ha intensificado el problema, sino que ha transformado los vertederos improvisados en auténticos focos de insalubridad que contaminan el aire y el entorno.

Caminando por las calles, se puede percibir el hedor de la descomposición a más de 300 metros de distancia. Estos vertederos, colocados estratégicamente pero sin planificación ni respeto por los espacios públicos, ahora invaden las aceras, dificultando el tránsito y generando incomodidad en los residentes. Pero más preocupante aún es el riesgo que esto representa para la salud.

Por ejemplo, en la Fernández Navarrete, en Los Mina, una de las principales avenidas, frente a la tienda de electrodomésticos Ray Mueble, esa esquina se ha convertido en una zona de desastre con tanta basura acumulada y esparcida en el suelo debido a la tardanza en la recolección.

Puede interesarle:  (Video)Problema de basura persiste en Santo Domingo Este, a pesar de los esfuerzos de la alcaldía

En los hogares del municipio, el temor crece. Muchos ya hablan de la posibilidad de un brote de enfermedades respiratorias u otras afecciones asociadas a la insalubridad. Es una preocupación legítima en un entorno donde el mal manejo de los residuos y la negligencia institucional se han convertido en la norma.

Sin embargo, lo que más indigna es el silencio. Ni las autoridades de Medio Ambiente ni las de Salud Pública han emitido un pronunciamiento claro sobre esta problemática. Su indiferencia no solo refleja falta de compromiso, sino que también envía un mensaje desalentador a la población: están solos frente a esta crisis.

En un municipio que se enorgullece de su crecimiento y desarrollo, resulta irónico que sus calles estén tan lejos de reflejar ese progreso. La falta de transparencia, planificación y voluntad política está pasando factura, no solo en la imagen urbana, sino también en la calidad de vida de sus habitantes.

Es momento de exigir soluciones reales. El pueblo merece más que promesas vacías y gestos simbólicos. Necesita acciones contundentes que aborden de raíz esta problemática antes de que las consecuencias sean irreparables. Santo Domingo Este no puede seguir atrapado en la basura y la indiferencia.

Compartir:
Botón volver arriba