
SDE: «entre la tozudez y el patriotismo de Manuel Jiménez»
Por Santiago Mata
Con motivo de celebrarse hoy, 25 de enero, el 210 aniversario del natalicio del Padre de la Patria, el Ayuntamiento de Santo Domingo Este (ASDE) ha anunciado una serie de actividades conmemorativas que tendrán como centro la Plaza Juan Pablo Duarte, ubicada en la bifurcación de la autopista Las Américas a la altura de donde comienza la autopista Coronel Tomás Fernández Domínguez o Autopista San Isidro, como se conoce más comúnmente.
Esa es una hermosa plazoleta que a principios de los años setentas, nosotros conocíamos como el «Cristo Negro», puesto que allí estaba el busto con la imagen negra del Cristo con su corona de espinas, en medio de una enorme y hermosa escalinata y un anfiteatro, hecho en piedras de caliche, donde mucha gente de distintos puntos acostumbraba a ir a ponerse bajo la sombra de los almendros, a majar almendras, a coger fresco y algunos a hacer ejercicios. De eso debe hacer más de treinta años.
La ciudadanía dejó de visitar ese lugar cuando la delincuencia comenzó a hacer estragos en esa zona solitaria y desprotegida en medio arboles, a principio de los ochentas.
Luego, las autoridades retiraron el busto del «Cristo Negro», creo que se lo llevaron a Puerto Plata, y en su lugar se colocó el enorme busto del patricio «Juan Pablo Duarte.
Pero, el lugar siguió siendo solitario y desprotegido, lo cual lo hacía sumamente peligroso.
Con el tiempo y bajo esas condiciones el lugar sirvió de guarida para delincuentes y desaprensivos que lo utilizaron como su centro de operaciones.
Las historias de asaltos en la zona abundan y fueron el motivo principal para que nadie osara ir a visitar ese lugar, que ya no era recomendable, ni para los muchachos ir a majar almendras.
El que intentara pararse a tomar un carro público en ese punto, era una víctima segura de un asalto.
Sin embargo, las autoridades siempre celebraron allí alguna que otra activad oficial, sin prestarle mucha atención al lugar hasta que en 2021 el actual alcalde se motivó a ordenar el remozamiento completo del área, incluyendo el anfiteatro y el busto del patricio, el más grande de todos los construidos en República Dominicana, según he sabido.
Yo llegué a acompañar a Manuel a ese lugar cuando todos andábamos en las marchas de protesta de 2016 por el fraude que entendíamos le habían hecho a nuestro candidato a la alcaldía por el Frente Amplio.
Lo escuché hablar en más de un discurso de su interés por recuperar esa obra tan emblemática, pero tristemente abandonada.
Conociendo las características del lugar, hubo en ese entonces, quienes llegaron a proponer, que en vez de hacer más gastos allí, lo más razonable era sacar a Duarte de ese solitario lugar, “para ser justos, lo primero”.
Se recomendaba construirle una plaza en otro punto del municipio donde sus habitantes pudieran ir sin temor ni peligro a sentarse de tarde en tarde a recrearse de manera sana y rendir honor al padre de la Patria.
Se entendía que era más justo, práctico, inteligente y patriótico, porque ya se sabía que a ese lugar solitario y desprotegido no iba a ir nadie, aunque lo remozaran, porque esa es todavía una zona peligrosa e inadecuada para la familia.
No hay parqueo, no hay baños adecuados, la topografía es un peligro para los niños y adultos, el flujo vehicular es peligroso para los de a pie y no hay en su alrededor donde comprar una botella de agua.
De todos modos, Manuel no hizo caso a esos razonamientos y en enero de 2021 anunciaba que “El busto y toda la plazoleta Juan Pablo Duarte están en un proceso de recuperación, para que todas las familias de nuestra ciudad y del país puedan venir a recrearse de manera sana y segura a la sombra de la imagen y el legado histórico del más grande de todos los dominicanos”,
Aún sabiendo que esa inversión era prácticamente botar el dinero, Manuel le comunicó a la prensa en julio del mismo año, que «haría entrega formal de la Plaza Juan Pablo Duarte y el remozado anfiteatro de la plaza, ahora designado con el nombre de La Dramática, en honor al grupo cultural conformado por Juan Pablo Duarte y Los Trinitarios para promover a través del teatro las ideas y los valores que dieron origen a la República Dominicana.
¿Resultados?
Un año después la plaza sigue vacía y el anfiteatro nunca ha funcionado.
A la plaza hay que darle mantenimiento, como a las calles y los parques, claro está, pero no a ese costo, porque es innecesario e inútil.
En fin, que por hermoso y significativo que sea, ese bello lugar, no reúne las condiciones mínimas y es una irresponsabilidad del ayuntamiento convocar a la ciudadanía a visitar el lugar.
La suerte es que la realidad se impone a tozudez y una muestra de ello es que el lugar permanece, no solo vacío, sino que pasa todo el año sin que se vea un visitante, como lo atestigua el policía municipal que lo atiende.
-Aquí no viene nadie, dice el guardia.
Hoy el Alcalde debió estar conmemorando el natalicio de Duarte en un lugar donde el munícipe pueda ir sin miedo y donde Duarte no esté sólo.
De nuevo, la tozudez de Manuel Jiménez ha sido negativa para el ayuntamiento y el municipio porque invierte el dinero en cosas que, ni son prioritarias o no tienen ningún efecto positivo en la calidad de vida de sus habitantes.
Esta es sólo una muestra.