
Semana Santa 2024: tiempo para pasarlo en familia
Por Antonio G. Reyes Baldwin
En mis tiempos de mozalbete por los años 80s, la Semana Santa era una semana de meditación, de encontrarse con Dios, mediante la reflexión espiritual, donde las mayorías de las actividades que se desarrollaban en aquellos tiempos, eran de carácter puramente religioso, era como así mismo se le llama una Semana Santa. Recuerdo que todo el mundo se conectaba con esa tradición, que imperaba en la costumbre del dominicano de esos años.
La Televisión y La Radio que eran los medios existente para la época, solo difundían materiales alusivos al hijo del Creador Jesucristo, mostrando todo el viacrucis que sufrió Jesús de Nazaret, presentando el proceso de su muerte y resurrección, conjuntamente con los hechos anteriores y posteriores a este acontecimiento que cambio la Historia del Mundo.
Aunque siempre en la Semana Mayor el tiempo libre comúnmente es aprovechado para divertirse y pasarlo con la familia, también para salir e ir a visitar familiares y amistades, hacer turismo interno, en los últimos años esta tradición se ha comercializado, dándole otro matiz fuera de la religiosidad, donde los excesos en todos los sentidos dominan el panorama de esta fecha conmemorativa.
Las noticias en el transcurso y posteriormente a la Semana Santa son: los muertos, las intoxicaciones, las riñas, los teteos descontrolados, las discusiones, los robos, los asaltos, las mudanzas realizadas por los ladrones, la música a todo volumen de vehículos preparados para hacer escándalos, y como siempre los accidentes de tránsitos, que se multiplican al vapor, entre otros, convirtiendo a estos días en una Semana que de Santa no tiene ni la S.
Sé que esos tiempos no regresaran, ni tampoco regresara la esencia de la Semana Santa, estamos en otra época, donde los valores y las buenas costumbres hacen acto de presencia por su ausencia, solo nos queda recordar con añoranzas y recuerdos una época maravillosa que no volverá.
Yo de mi parte la pasaré como siempre en mi hogar, viendo películas viejas pero buenas de Jesucristo, y por supuesto iré a buscar mis habichuelas con dulces a donde mí adorada madre oneida, aprovecharé como de costumbre, conversar temas de actualidad con mi padre Dr. Reyes Mesa, cariñosamente (Contin), sin dejar de lado la meditación y la reflexión, que cada uno de nosotros debemos realizar bajo la sobrilla de nuestro creador.