Sufragio: El poder y la corrupción
Por Eddy Olivares Ortega
El poder y la corrupción siempre han ido tomados de la mano por el largo camino de la historia, lo que llevó a Montesquieu a advertir, en su Espíritu de las Leyes, que todo poder tiende a la corrupción, por lo que es necesario ponerle límites y contrapesos.
En ese mismo sentido, James Madison reflexionó como sigue: “Si los hombres fueran ángeles, no necesitaríamos un gobierno. Si los ángeles gobernaran a los hombres no serían necesarios los controles externos ni internos sobre el gobierno”.
La corrupción no es exclusiva de la democracia, como algunos creen, afecta a todos los sistemas de gobierno, lo que se demuestra en el hecho de que las monarquías, las aristocracias, las autocracias y las dictaduras han estado siempre contaminadas por el virus de la corrupción.
¿Qué es la corrupción administrativa? La respuesta la encontramos en la definición que ofrece el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia, que dice como sigue:“Acción y efecto de corromper o corromperse. En las organizaciones, especialmente enlas públicas, práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores”.
Cuando la corrupccion es ocasional su impacto no es tan dañino como cuando se llega a convertir en una práctica cotidiana, como pudo observarse durante los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana.
Precisamente, por este motivo fue que surgió el llamado movimiento de la Marcha Verde, durante el último gobierno del PLD, con el propósito exclusivo de protestar contra la corrupción y la impunidad.
A propósito de lo anterior, se debe recordar que, principalmente, durante los últimos dos años del gobierno de Danilo Medina, el tema de la corrupción llegó a encabezar, por primera vez, la lista de los que más preocupación le generaban a la ciudadanía, lo que fue aprovechado por el Partido Revolucionario Moderno, que convirtió la lucha contra la corrupción y la impunidad en su principal tema de campaña y de su programa de gobierno.
Sin embargo, cuando la corrupción se convirtió en preocupación para los electores, ya países como España e Italia habían pasado por una experiencia similar, a tal extremo de que en un vano intento de liberarse de culpa, como señaló Jesús Antonio Bejarano en la obra Narcotrófico, política y corrupción, el ex primer ministro de Italia, Bettino Craxi, pronunció la famosa frase: “Todos hemos pecado”, pretendiendo meter en el mismo saco de la noción de sociedad corrupta a todos los ciudadanos, o al menos, a todos y cada uno de quienes ejercen la política o detentan los cargos públicos.
Finalmente, después de ganar las elecciones apoyado en el discurso contra la corrupción y la impunidad, el presidente, Luis Abinader, envió un mensaje claro y firme a la sociedad y al liderazgo político, de su voluntad inquebrantable de enfrentar el flagelo de la corrupción, al decidir: 1) Designar a la magistrada Miriam Germán como Procuradora General de la República; 2) Designar a la doctora Milagros Ortiz Bosch como Directora de Etica Gubernamental; y, 3) Nombrar en el importante y delicado cargo de Director de Compras y Contrataciones a un destacado activista de la sociedad civil y crítico permanente de los partidos políticos.