
Unos cuantos párrafos para El Cañero
Por Santiago Mata
Párrafos para El Cañero. -El municipio de Santo Domingo Este padece del segundo año de gestión de las actuales autoridades municipales, sumido en un franco proceso de deterioro en la calidad de los servicios, que desmienten el discurso de rendición de cuentas del alcalde Alfredo Martínez de agosto pasado.
No ha habido logros, ni uno solo.
En verdad todo ha empeorado desde agosto de 2016.
Nuestras autoridades municipales parecen estar trabajando sin un plan.
Aparte del Alcalde, ningún munícipe de Santo Domingo Este se atreve a decir que vive en un municipio limpio, por más millones que invierta la alcaldía en ese negocio.
Aquí todo el mundo sabe que el de la basura, es más negocio que servicio, y como tal, todo el mundo sabe que, a fin de cuentas, esa fue la razón del Cañero para desmantelar El Programa de Limpieza Integral Automatizada (LIMPIA), que implemento el fenecido Juan de los Santos en su última gestión.
Sólo quedó la percepción colectiva de que ese programa se pudo mejorar y ampliar.
Pero, obviamente, ahí no había nada que buscar desde la perspectiva de Alfredo Martínez.
Las autoridades están obligadas a garantizar la limpieza vial pero en nuestro ayuntamiento no parece haber una sola autoridad que se haya enterado de que no hay un solo zafacón en ninguna calle o avenida del municipio.
No hay uno solo.
Ni siquiera en las principales vías. Usted camina la avenida Venezuela de punta a punta con una botella en la mano y finalmente tiene que tirarla en cualquier sitio por no encontrar un zafacón donde depositarla; y así ocurre en todas las demás.
Entonces hablan de la falta de civismo y otras lindezas.
Comenzaron por crear una policía para perseguir antes que crear las condiciones para prevenir.
Así no hay forma de educar.
Pero para consuelo nuestro, el caos en el municipio no es únicamente para los vivos.
El único cementerio relativamente adecuado que tiene el municipio estuvo a punto de colapsar debido al abandono y así se ha quedado, tal vez, como forma de justificar y presionar otro gran negocio, quien sabe.
En materia de planeamiento urbano, el desorden llega hasta niveles frustrantes. Las autoridades locales se jactan del desarrollo urbanístico que experimenta el municipio, pero no son capaces de adecuar los servicios que demanda el crecimiento.
Un ejemplo demoledor lo constituye la zona aledaña al tramo de la antigua Autopista de San Isidro que va desde la Charles de Gaulle a la base aérea de San Isidro, donde se levantan decenas de proyectos habitacionales y el ayuntamiento no ha sido capaz de adecuar esa vía, que demanda un cambio de concepto de autopista a avenida con todo lo que eso implica; aceras, contenes, semáforos, señalización, etc, tal como hizo el extinto Juan de los Santos con el tramo que conecta con la avenida Las Américas.
Lo único que parece importarle a nuestras autoridades en materia de desarrollo urbano es el cobro de la aprobación por concepto de uso de suelo, que dicho sea de paso es el más caro del país, con lo cual están a punto de desincentivar el desarrollo y matar la gallina de los huevos de oro.
Los constructores se ven obligados a traspasar ese gasto al precio del inmueble, lo cual afecta finalmente al adquiriente de una casa o un apartamento.
Es decir, al munícipe.
Algún día los sectores representativos del municipio tendrán que sentarse a debatir este punto para encontrar la mejor política de desarrollo urbanístico a mediano y largo plazo a falta de una visión integral por parte de las actuales autoridades.
A propósito del desorden que impera en Santo Domingo Este en cuanto a las aprobaciones de uso de suelo, el Ensanche Ozama representa el ejemplo más patético. Sus habitantes han tenido que ir vendiendo sus casas, donde han vivido por décadas porque el ayuntamiento aprueba cualquier tipo de negocio en un área residencial sin ni siquiera exigir la construcción de parqueos convirtiendo cada cuadra en un pandemonio.
Pero, eso no es nada, porque el propio ayuntamiento construyó su Palacio Municipal sin dejar un solo parqueo para el público que acude allí a realizar cualquier diligencia.
Dígame usted.
En fin, que los munícipes de Santo Domingo Este oímos al alcalde hablar de Santo Domingo Este como si se tratara de una ciudad verdadera y no del desorden de un municipio que aparentemente no le a duele a nadie; tal vez porque sus habitantes no sentimos una real identidad ni con el municipio ni con sus autoridades y nos importa poco lo que ocurra más allá de la recogida de la basura y la reparación de una calle.
Nos duele más lo que ocurra en el campo o el pueblo de dónde venimos.
Muy a pesar de los “logros” de que hizo alarde el alcalde en su rendición de cuentas, la verdad es que el ayuntamiento todavía está en la etapa de los “operativos”.
Operativos de todo tipo: de bacheos, drenaje pluvial, recogida de escombros, reparación de aceras y contenes, poda de árboles, fumigación etc, ect.
Lo que eso quiere decir es que el ayuntamiento no cuenta con un programa sistemático permanente ni de bacheo, ni de drenaje, ni de recogida de escombros, ni de reparación de nada, ni poda de nada, y ni siquiera de fumigación.
Por eso tienen que recurrir a los infuncionales “operativos”, Jornadas Comunitarias o como quiera que se llamen, que no son más que muestras fehacientes de incapacidad.
Se podría decir que en materia de los servicios, el municipio “avanza”, como el cangrejo.
Pero, lo más irritante en medio de este panorama es que el alcalde se gaste los recursos del municipio en promover su imagen en medio de la actual lucha interna del PLD por la candidatura a la alcaldía, como se muestra en la foto que acompaña este comentario.