Dio Astacio desafía y enfrenta a Luis Abinader
DioAstacio, alcalde de Santo Domingo Este, desde que asumió la dirección del Ayuntamiento ha protagonizado acciones que a todas luces podemos colegir como desafíos y actos de rebeldías al poder que ostenta el presidente de la república.
Imponer multas a conductores violando disposiciones de la ley 63-17, sin sustento legal es una clara intrusión en una función conferida de manera directa al poder ejecutivo, hasta supervisar obras públicas que no le corresponden como el caso del puente de la 17 es un meta mensaje al presidente “Usted no está haciendo su trabajo al frente del ejecutivo.
Astacio parece estar marcando su territorio político al enfrentar a diferentes funcionarios designados por Luis Abinader y que realizan sus funciones a nombre del presidente.
Las intromisiones ilegales, premeditadas y groseras de Dio Astacio no solo tensionan la relación con el gobierno de Abinader, sino que también reflejan las complejidades de la descentralización administrativa en la República Dominicana.
Son innumerables las acciones del alcalde Astacio que muestran de manera clara que estamos frente a un desafío a la autoridad presidencial.
¿Sera que Abinader no se ha dado cuenta? ¿O tal vez lo está esperando en la “bajaita”?
Astacio ha venido implementando multas a ciudadanos y empresas por supuestas infracciones cuando lo que ha debido hacer es apoderar de las mismas al tribunal para asuntos municipales, según lo establecido en el artículo 120, párrafo, de la ley 176-07, del Distrito Nacional y los Municipios, pero sabiendo que este dinero iría a parar a otras instituciones estatales, prefiere cobrarlas de manera directa y sin autorización del Juez municipal competente.
Esta práctica, además de generar descontento entre los ciudadanos, pone en entredicho la coordinación con las políticas nacionales impulsadas por Abinader, quien ha enfatizado la transparencia y el Estado de derecho.
Cobrar multas sin soporte legal no solo desafía la autoridad presidencial, sino que exhibe una gestión municipal que está priorizando ingresos sobre la legitimidad, hacer hasta lo indecible por aumentar las recaudaciones propias, aun a costa de violar su propia ley no es autonomía, sino desafiar la autoridad y liderazgo de Luis Abinader.
Otra provocación o desafío de Dio Astacio a la autoridad de Luis Abinader lo constituye el uso de contenedores de basura que obstaculizan y muchas veces bloquean las vías públicas en Santo Domingo Este.
Esta medida, que según el alcalde busca contribuir a la recogida de la basura es percibida como otro enfrentamiento al poder central, porque justamente quien organiza el tránsito vehicular es un delegado que actúa en nombre y representación del presidente Abinader.
Obstaculizar las calles no solo afecta a los ciudadanos, sino que también envía un mensaje de provocación al presidente, quien depende de la colaboración de los gobiernos locales para mantener la gobernabilidad.
Los ayuntamientos colaboran, ayudan, coordinan, estos no tienen licencia para obstaculizar, interrumpir ni limitar el libre tránsito como lo están haciendo con la colocación de contenedores en las principales avenidas de Santo Domingo Este.
Sin contar que otra institución del gobierno, la cual debe velar por el medio y recursos naturales ha expresado que esos contenedores hacen daño al medio ambiente. El ministerio de Medio Ambiente es una responsabilidad del presidente y delegada a un ministro.
¿No es acaso una afrenta a Luis Abinader desobedecer sus instrucciones a través de sus Ministros?
El presidente es quien nombra a los funcionarios de la administración pública, los cuales se deben de manera directa a este, cuando el alcalde de Santo Domingo Este trata de socavar su autoridad, cuando hace lo indecible para que sus funcionarios queden mal ante la población, de manera directa lo hace en contra del presidente.
Dio Astacio lo hace, pero Luis Abinader no se da por enterado.
Pero colocar contenedores en la vía pública sin la autorización y desaprobación del Intrant y Digesett es “peccata minuta” para la acción realizada en el puente de la 17, otra prerrogativa exclusiva de Luis Abinader.
¿Legítima preocupación o intromisión?
Astacio ha llevado a su equipo, la prensa y varios concejales a supervisar las obras del puente de la 17, una infraestructura gestionada por el Ministerio de Obras Públicas, liderado por un ministro designado por Abinader.
Es como decirle a Abinader, “Estas descuidado” “No inviertes en el puente” “Tus funcionarios no saben lo que hacen “Deligne Ascensión fue un inepto” “Eduardo Estrella también”.
Aunque el alcalde argumenta que su interés es garantizar la calidad de la obra para los munícipes, esta acción debe interpretarse como una intromisión en competencias que no le corresponden.
Este aparatoso traslado de Dio Astacio no solo desafía al ministro nombrado por Abinader, sino que también pone en entredicho la relación que debiera existir entre el gobierno central y las alcaldías.
¿Es esto un intento de Astacio de ganar visibilidad política o una crítica legítima a la gestión estatal encabezada por Luis Abinader?
Las acciones de Dio Astacio reflejan una tensión más profunda entre el centralismo del gobierno de Abinader y las ambiciones de autonomía de los gobiernos locales.
En un país donde el Partido Revolucionario Moderno (PRM) domina tanto el Ejecutivo como la mayoría de las Alcaldías, estas fricciones internas podrían debilitar la cohesión del partido y del gobierno.
Además, el estilo confrontacional de Astacio podría estar delineado para posicionarlo como una figura fuerte de cara a futuras elecciones, pero a costa de su relación con Abinader y el fraccionamiento del PRM.
Dio Astacio, con sus decisiones controversiales y violatorias a las leyes está desafiando no solo a Luis Abinader, sino también el modelo de gestión pública que el presidente busca implementar.
Medio Ambiente, Obras Públicas, Intrant y Digesett realizan funciones cuya ejecución corresponde a las prerrogativas legales del poder ejecutivo, lo que realizan es a nombre del poder ejecutivo, cuando Dio las enfrenta a Luis Abinader.
¿Seguirá Luis Abinader sin darse por enterado y dejando que Dio Astacio les pase por arriba a sus funcionarios?