El PLD tiene que revisarse. Una reflexión para incrédulos
Por Santiago Mata
Contrario a los argumentos que esgrime el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) para explicar su desempeño en el recién pasado proceso electoral, la compra de cédulas o la abstención inducida por el gobierno,según han alegado, no fueron necesariamente las razones determinantes de la aplastante derrota que acaba de recibir el partido que lidera Danilo Medina.
No hay dudas de que lo que se produjo el domingo 18 de febrero fue un verdadero «matadero electoral» donde el oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM) montó una carnicería valiéndose de su «padroncillo» interno para detectar a tiempo y depurar a los votantes con menos probabilidades de «echarle» el voto, para luego tratar de disuadir a la persona a no votar, usando para ello todo tipo de bajeza, que incluyó retener el documento electoral por 500, 1000 o hasta 2000 pesos, en caso de que la víctima «regateara» la ilegal oferta.
Eso lo vió todo el que quiso verlo para, lo cual simplemente bastaba con detenerse por un momento al rededor de la famosa carpa, que funcionó como un sedazo, y que ese partido instaló, en violación a la ley electoral, frente a cada recinto de votación en todo el país.
La oposición vino a darse cuenta de esa situación cuando ya los votos estaban contados.
Y puede que esas acciones del PRM hayan representado un importante segmento de la masiva abstención que se produjo ese día, pero que de ninguna manera representa la principal razón que explique los resultados de las elecciones.
El PLD se engaña a sí mismo, si de verdad cree que esa fue la razón de su derrota, porque estaría dejando de lado donde estuvo el fallo que verdaderamente determinó su derrota.
Las denuncias sobre la compra de cédulas, que fueron además corroboradas por los observadores electorales, son correctas y le afectaron en buena medida.
Afectaron los resultados como parte de la causa real de la derrota, que fue la ausencia de la estructura peledeísta que ha sido desmantelada desde hace varios años.
Esa y no otra, fue la verdadera razón de la derrota peledeísta.
En realidad, el PLD ha perdido la conexión y por tanto, ha perdido en gran medida su influencia en la sociedad, sus simpatizantes y hasta con su propia militancia.
Veamos a modo de ejemplo lo que sucede en el municipio de Santo Domingo, donde se desarrolló una excelente campaña hasta lograr una inmensa simpatía por parte de Luís Alberto, como para lograr una gran victoria, que luego el propio PLD no supo, no pudo materializar, debido a esa aplastante realidad, que hoy se quiere ocultar con las denuncias y el lloriqueo tardíos.
No hay estructura partidaria, algo que se puede ver sin hacer mucho esfuerzo.
La dirección política del PLD se suministra ahora a través de Twitter, Instagram y Facebook .
Cuando todavía existían los locales de los Comités Intermedio, diseminados por todo el territorio y que servían como punto de contacto por excelencia con los barrios, campos y ciudades, el PLD tenía la presencia necesaria para influir sobre las masas, desarrollar y evaluar tareas indispensables para darle seguimiento y hacer efectiva las enormes muestras de simpatía que aún conserva en la sociedad dominicana.
El PRM se pasa los días aunque sea jugando dominó en los barrios y las comunidades.
En las elecciones de 2012 y 2016, por ejemplo, el PLD salió a las calles a actualizar su «padroncillo interno» para saber con cierta exactitud, con que contaba, cuáles eran los votantes potenciales que tenía ese partido y una vez depurada, sus dirigentes tenían las herramientas necesarias para hacer que la simpatía se convierta en votos en el famoso día D, que es finalmente el objetivo de una campaña electoral
Es decir, que el PLD tenía una estructura conformada por sus organismos en cada territorio, encargada de trabajar cada aspecto del proceso electoral basada en un plan de trabajo definido con anterioridad.
El día de las elecciones, ya a las 12:00 del medio día los encargados de cada mesa electoral tenían información concreta de quién había votado y quien no y con esa información a mano, se disponían a buscar cada voto identificado previamente.
Es decir, hasta hace un tiempo, el PLD estaba en capacidad de gestionar unas elecciones de manera exitosa, gracias a esa maquinaria, que ya no existe.
Con decir que en Santo Domingo Este no hay un sólo local abierto de ese partido, que es sólo una muestra de que esa estructura partidaria ha sido desmantelada y por tanto no está en condiciones de conducir un proceso de manera exitosa.
En las recién pasadas elecciones en Santo Domingo Este la campaña se basó en un listado que confecciona el militante o quien sea y sin ningún seguimiento, era el único instrumento con que contaban para ganarle el proceso al gobierno.
Los dirigentes del PLD podían tener contacto con su gente más cercana, pero la población no tenía ningún medio de contacto con el partido por cual pudieron haber votado y del cual finalmente no tuvieron la más mínima motivación, que no fueran el carisma del candidato, algo insuficiente, como lo demostró el PRM el día de las elecciones.
Actualmente el PLD se maneja prácticamente de manera virtual y a pesar de las simpatías con que aún cuenta, el próximo 19 de mayo está llamado a tener los mismos resultados del 18 de febrero, si no se revisa profundamente.