Opiniones

El 90% de los empresarios del CONEP deberían estar presos

«Pues si de inconductas y corrupción se tratara, el 90 % de los empresarios del CONEP estarían en las carceles por decenas de delitos que estàn bien detallados»

Por Juan Hubieres
Un problema perturbador de los choferes nuestros es que están organizados. A este modelo neoliberal le causa ronchas que existan sindicatos o sectores organizados.

Otro problema es que ellos (los choferes) controlan su economía en sentido general y deciden dónde guardar lo que ganan. Aquí es irreverente tener control de una importante parte de la economía que se mueve, por ejemplo en Bayaguana, sin pasar por las manos monopólicas u oligopólicas del sistema financiero, del mercado.

Aunque de todos modos ese dinero llega al mercado y hasta los bancos, pero llega de manos de la plebe.

Eso de controlar sus ingresos diarios y tener cierta libertdad de uso es muy preocupante para el mercado neoliberal. También es muy preocupante que desarrapados sean dueños de su tiempo. Sean dueños de ir un lunes o un domingo a la playa , al río o a la iglesia o a una «JODIDA» asamblea de su organización sin pedir permiso al patrón, que aún a las mujeres embarazadas les programan cuándo ir al medico.

Ese liberinaje no es posible.

Si bien las actuaciones de los choferes están condicionadas por la ideología del capital y hasta de prácticas individualistas, se ven normadas por una organización donde las normas se discuten y se votan.

Se acuedan las frecuencias, todo lo relacionado con su trabajo de alguna manera se discute y se pone en práctica, aún no se escriban las normas.

Ellos tienen la mala maña de seguir exigiendo derechos en un país donde ya sólo quedan los médicos y los maestros que hacen esa práctica odiosa para el capitalísmo visceral.

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También ponen de vez en cuando los precios de los pasajes, aún por sobre las llamadas autoridades que no controlan costos de ningún producto, pero sí quieren imponer tarifas a los choferes que no cuentan con ninguna protección de este estado corruptor.

Bueno, esa es otra vaina.

Una franja importante del sector no ha permitido ser corrompida por ningún gobierno y menos por este que es el peor y marcha rumbo a una dictadura.

Y si además de no corromperse se tiene la permanente actitud de denunciar la corrupción y a sus actores y sus jueces y senadores y diputados y sindicos y sicarios es aún peor la cosa.

Atreverse además a denunciar al empresariado mafioso y estafador y reaccionario del país es imperdonable.

Llamar por sus nombres y empresas a los corruptos del CONEP es ir muy lejos.

Nunca olvido cuando una doña apelidada Villeya le dijo rabiosa a Leonel «a ese demonio hay que ahorcarlo«.

Habíamos denunciado como importaba sin pagar impuestos millones de galones de gasolina por el muelle Haina y por Azua, donde ellos tenían su puerto probado.

Así las cosas somos un «incordio» para este y cualquier gobierno, según lo escrito hace par de días por el jefe de redacción del periodico Hoy. 

Y para males de males estos y estas carajas y carajos le disputan puestos políticos a los grupos oligarquicos o tradicionales que van a «joder» a los ayuntamientos o al Congreso Nacional.

Recordar que la oligarquía financiera y la burguesía ceden cualquier cosa, menos el poder político. Ese hay que arrebaterselo. Pues ustedes mismos son ejemplos de ver regidores honestos y contestarios que vienen de este tigueraje o vinculados con nosotros.

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Ahí ya la puerca retuerce el rabo.

Muchos choferes trabajan con inconductas y muchos dirigentes han caido en lo peor de la corrupcción. Pero eso no es el problema.

Pues si de inconductas y corrupción se tratara, el 90 % de los empresarios del CONEP estarían en las carceles por decenas de delitos que estàn bien detallados en libros como «El Saqueo, Las quiebras Bancarias en RD, Los Dueños de la Republica Dominicana» (27 familias).

También estarían en las cárceles una gran parte de los politicos del sistema.

Unos y otros son los que han dirido los destinos del país durante toda nuestra historía. Y de ellos es la buena ventura y bienestar en que hoy viven los trabajadores y profesionales nuestros.

La gran seguridad ciudadana es de ellos.

La buena salud pública es de ellos y los honestos jueces y ficales y su perfecta justicia es de ellos.

El «justificado» saqueo de nuestro oro y las playas y los ríos es su causa.

Bueno y también la complicidad social y la indiferencia de amplias capas de la sociedad es de ellos.

Visto así, somos un permanente incordio.

Eso de andar dando solidaridad sin pedir nada a cambio es una enfermedad que contamina y debe ser eliminada.

Es méjor el cáncer y demás enfermedades que incordios que viven «jodiendole» la paciencia a su justo establin.

De que debemos actuar unidos junto a otros que lo entiendan es muy claro. Pero eso de andar podiendo solidaridad no he podido asimilarlo.

La actual es una pelea economica, jurídica y con ciertos matices politicos. Imaginense eso de andar hablando de Rebeldías. 

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Así que nuestra suerte está echada como ya dijeran otros y debemos enfrentarla. Sólos o acompañados. En nuestro caso no tenemos a Hatuey ni a Ramón Almanzar que siempre fueron solidarios sin límites. Hay otros que están y sé que seguirán. Pero esto es un asunto de comprender y /o querer.

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