
Hacia la construcción de un Cosmos Virtual, Más allá del Ciberespacio
Por: Kelvin Pimentel.
En nuestros tiempos es popular hablar de mundos alternos, realidades paralelas y hasta de universos gemelos. Son conceptos o ideas que han sido tomados de la imaginación humana y adaptados en las grandes producciones cinematográficas, obras literarias y videos juegos, pero siempre identificados como conceptos propios de la ciencia ficción.
Muy a pesar de que a nivel teórico la ciencia discute si el universo es solo uno o si existe una infinidad de estos, estas discusiones solo se han quedado en ese nivel, no existiendo evidencia por el momento tangible de tal posibilidad. La existencia de realidades paralelas parece ser solo una buena idea creativa, sin embargo parece que existe un concepto que intenta desafiar esta afirmación, concepto que también ha salido de obras de ciencia
ficción, pero que en nuestros días es tan real como el mundo físico que experimentamos, existe es ¨el Ciberespacio¨.
Este representa un mundo virtual, en donde las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TICS) han permitido la existencia de un mundo no físico en donde las personas de todo el mundo se relacionan entre sí a través del internet.
La idea del ciberespacio nació en una obra de ciencia ficción, de la mente de aquel famoso escritor William Gibson, en su novela titulada ¨Neuromate¨ del 1984, en donde el término se utilizó para al espacio que existía entre las computadoras y las diferentes interconexiones que pueden nacer de las mismas. En la actualidad esa idea del ciberespacio es tan real como la realidad que percibimos con nuestros ojos.
El ciberespacio permite que se pueda discutir la existencia de un mundo físico y un mundo virtual, que se le pueda llamar a la existencia física ‘mundo offline’ mientras que al espacio digital ‘mundo online’. Estas dos realidades perceptibles a través de los sentidos y con reglas que las gobiernan completamente diferentes, permiten que se pueda afirmar la existencia de dos distintas existencialidades pero que corren en sentido paralelo una respecto de la otra, aunque el paralelismo como analogía pueda ser considerado algo dramático.
El ciberespacio se caracteriza por muchas cosas, entre ellas su Anonimato, permite que cualquier persona que se encuentre en la red pueda navegar de forma libre sin necesidad de que alguien conozca su identidad, sin necesidad de identificarnos, por el contrario la misma red se encarga de ofrecer un sin número de herramientas para hacer de nuestro tránsito en el territorio virtual una actividad invisible.
Por otro lado tenemos la gratuidad en cuanto a los accesos, lo cual a su vez genera facilidad para que cualquier persona pueda usar la red, esto está claro, sin dejar de mencionar su enorme capacidad para la difusión de ideas y de forma muy especial la transnacionalidad, y es que no existen fronteras en el ciberespacio.
Las manifiestas características del ciberespacio han transformado la sociedad desde diferentes ópticas, ha representado la trasformación de las telecomunicaciones en su forma tradicional y la forma misma en como las personas de todo el mundo se relacionan, potenciando así el uso de la tecnología y su interconexión con la red, lo cual a su vez ha generado un proceso de adaptación a esta nueva forma de socialización por parte de l sociedad, lo cual permite afirmar que el ciberespacio es un motor de cambio que influye en las transformaciones sociales de hoy en día.
Lo que pudiera conducir a un camino, en donde se pueda afirmar que las características
del ciberespacio pueden constituir una serie de beneficios o facilidades que permiten el
traslado de todas las actividades del mundo físico al mundo offline con una enorme facilidad, encontrando en el ciberespacio su propia versión de si, en donde todas las actividades del mundo físico, no solo son trasladadas, sino que por igual son optimizadas, llevadas a su máxima expresión.
Resulta interesante que estas características del espacio virtual, son completamente inversas al mundo físico, en donde desde nuestra concepción los padres buscan individualizar sus hijos del resto del mundo, otorgándole un nombre y heredándole el nombre de sus respectivas familias. Esto quiere decir que desde que una persona nace es identificado en el mundo físico, individualizado en todos los actos de su vida, además la gratuidad no es una regla y la existencia de fronteras entre naciones es lo más habitual para la protección de sus respectivas soberanías. Esto permite inferir que se está hablando de dos realidades muy diferentes.
Es paradójico entonces, que las características del mismo ciberespacio puedan representar riesgos, convertirse
en facilidades que pueden ser usadas en perjuicio de las personas, puesto que el mismo anonimato además de permitir que las interacciones sean más fáciles, también condiciona que se pueda delinquir en la red por el difícil rastreo, por otro lado, los pensamientos en masa puedan ser una forma masiva de violencia, además de que la gratuidad permite que cualquier persona tenga acceso al ciberespacio y usarlo de forma incorrecta, esto sin dejar
de mencionar lo que implica la ausencia de fronteras y perdida de intimidad.
En ese mismo curso de opciones situacionales, algunos han entendido que en el ciberespacio se puede encontrar un lugar para delinquir que represente un nuevo ámbito de oportunidad que facilite la comisión de crímenes y delitos, que produzca el traslado de la actividad criminal del mundo físico al mundo online, siendo aplicables incluso las mismas teorías criminológicas, resultando entonces el crimen, en el mismo vino, pero en botella diferente.
Existen otros que entienden que el ciberespacio tiene características propias que lo diferencian del mundo físico, tales como el mismo espacio-tiempo y las características intrínsecas de este lugar, que permiten incluso la construcción de nuevas teorías desde el punto de vista criminológico, que intenten explicar el fenómeno del crimen en el ciberespacio de forma distinta a la criminalidad ordinaria, teorías que hoy son conocidas como cibercriminalidad, que buscan explicación a la manifestación del crimen en el mundo digital conocido como cibercrimen o ciberdelito, lo cual ha permito la evolución del derecho penal y los postulados tradicionales que lo explican, siendo cobijadas todas estas discusiones por una rama emergente del derecho penal, que viene a desafiar los planteamientos tradicionales sobre el crimen, el ciberespacio ha parido al ¨Derecho Penal Digital¨ (PPD).
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Todo esto nos indica que este espacio digital no es del todo conocido para nosotros, que sus fronteras son tan lejanas como las fronteras del universo mismo, del cual se sabe que existen miles de galaxias con miles de millones de estrellas, las cuales se hacen acompañar por una cantidad quizás mayor de planetas a su alrededor, en donde la tecnología apenas y permite que se pueda mirar un pequeño porcentaje del universo observable pero no cuantificar de forma exacta todo lo que esté haya afuera, conocer sus límites, si es que existen, puesto que ni siquiera se podría afirmar que existe ciertamente uno.
Por eso hoy en día usar el término universo resulta inseguro e impreciso, no se sabe si al pronunciar la palabra universo se estaría recogiendo la suma de las cosas que existen, por eso se ha apelado al uso de un término más preciso en cuanto a la imprecisión sobre el conocimiento ante la existencia de todas las cosas. ¨El Cosmos¨ termino que se emplea para referirse a la suma de todas las cosas que existen, el cual lo representa todo, lo es todo, es el todo, no existe referencia más amplia que el cosmos, incluye lo conocido y lo aún por conocer.
Así de inmenso es el ciberespacio, así de lejos están sus fronteras en cuanto a su alcance, así de pequeño es el porcentaje que se puede mirar en relación a su capacidad, la cual sorprende cada día, con nuevas manifestaciones de criminalidad, nuevas redes sociales, nuevas utilidades, nuevas formas de usar la internet y la tecnología de la información y comunicación. Por eso debe entenderse que el termino ciberespacio debe acuñarse no porque sea un espacio digital, más bien porque su inmensidad solo permite que
únicamente sea posible hacer un paralelismo con el espacio exterior, o eso creemos en principio, solo compararlo con el espacio exterior seria tener una percepción limitada del ciberespacio, seria afirmar que el espacio exterior incluye todas las cosas conocidas del mundo, cuya afirmación de hecho resultaría en una falsedad. El único paralelismo posible seria el cosmos como lo conocemos, pero un cosmos de lo digital, más extenso que un universo digital, un ¨Cosmos Virtual¨
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En lo adelante tendríamos que comenzar a pensar, en si el termino ciberespacio es lo suficientemente amplio para describir todas las cosas que son posibles mediante el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, en una época en donde no es posible conocer el alcance de la tecnología o si, por el contrario, hablar de ¨Cosmos Virtual¨ sería un término más preciso para algo tan impreciso de conocer como lo es la red y su cosmo existencial.
El autor es miembro de carrera del Ministerio Público de la Provincia Duarte.