Por Robert Vargas
Quienes han padecido de un dolor de los riñones, entenderán perfectamente el sufrimiento que ha tenido el ex diputado perremeísta Jorge Frías.
Se trata de un dolor terrible, que «pone a llorar» al «más guapo». Atrapa a su «víctima» y, literalmente, lo coloca de rodillas.
Diversas son las causas de ese dolor que, en el caso de los hombres, se le irradia hacia los testículos y hacia las piernas.
Lo de Jorge Frías no es de ahora. Viene desde hace bastante tiempo. Él ha soportado esos dolores «a lo macho» y lo ha eliminado con medicamentos y seguido rigurosamente tratamientos médicos.
La semana pasada me dijo que el viernes pasado sería intervenido quirúrgicamente para los médicos quitar de uno de sus riñones «una masa» que le había crecido y ser causante de los dolores intensos.
-«¿Te van a extirpar un riñón?», le pregunté claramente preocupado, aunque tengo amigos que viven perfectamente con uno solo.
-«No, no. Es una operación «sencilla». Me van a extirpar una pequeña masa y volveré a pronto».
Nunca he considerado que las operaciones son «sencillas». Siempre creo que pueden derivarse complicaciones. Más cuando somos como los «carros viejos», que vamos a la consulta por una cosa y terminamos con un montón de achaques.
Pues bien, a Jorge Frías le hicieron el viernes «una operación sencilla». No hubo complicaciones y esta tarde estará de regreso en su hogar.
Jorge Frías agradeció a todos sus amigos el seguimiento e interés que le han dado a su situación.
-«De todo corazón les agradezco a los compañeros, compañeras, amigos y familiares que se han mantenido atentos y en oraciones por mi salud, la cirugía fue muy exitosa. Por instrucciones médica tuve que mantenerme fuera de contacto, ya hoy en hora de la tarde estaré en mi casa. Gracias de verdad, mi amor y cariño para ustedes. Jorge Frías.