«La Corrupción: Una Lección No Aprendida»
Por Carlos Rodríguez
En la penumbra del escándalo del Caso Senasa, el país asiste atónito al arresto del ex director no solo de Senasa sino al de su sector externo en la campaña electoral junto a otros involucrados, en una trama de corrupción que desdibuja la promesa de un gobierno limpio. Como diría Juan Bosch en su novela La Maestra, «La corrupción no solo es un vicio, sino un destino sellado por quienes prefieren el interés personal a los anhelos de su pueblo.» Esta contundente frase resuena en el contexto actual, donde la administración que llegó con la bandera de la transparencia se ha visto envuelta en escándalos que manchan la esperanza de muchos.
El presidente Luis Abinader prometió un proceso sin impunidad, pero los ecos del pasado retumban: ¿realmente se está rompiendo el ciclo de la corrupción? La indignación ciudadana crece al ver que aquellos que debían servir son los mismos que traicionan la confianza del pueblo. Borges decía que «las cosas tienen su sombra», y es precisamente en esta sombra donde se esconden los intereses de amigos y cómplices, un juego peligroso para un gobierno que se decía incorruptible.
Mientras avanzamos en una era donde la desconfianza empieza a calar hondo, se hace evidente que la lucha contra la corrupción debe incluir a todos, sin distinciones. La crítica más fuerte es que solo los peces pequeños enfrentan la justicia, mientras los más grandes siguen nadando en aguas turbias. La moraleja que nos deja el legado de Bosch es clara: un líder debe ser ejemplo de integridad, no un cómplice de la decadencia. En un país donde muchos aseguran que en el gobierno anterior se vivió mejor, la reflexión es inevitable: ¿será que el cambio es tan solo un espejismo en un mar de corrupción?