Por Robert Vargas Este sábado nueve de julio del 2022, el presidente Luis Abinader regresará a Santo Domingo Este en el contexto de una apretada agenda referida a la labor social del gobierno. Eso es lo que se dice públicamente. Sin embargo, las cosas no parecen ser tan simples.
Sucede que el alcalde de este municipio está empujando al gobernante Partido Revolucionario Moderno hacia el desastre total, debido a su pésima gestión administrativa y su reconocido desprecio por la dirigencia del PRM local, lo que apunta hacia el hecho aparente de que la tolda azul y blanca va rumbo a la división auspiciada por Manuel Jiménez.
Esto no sería algo tan importante si Santo Domingo Este no se proyectara como el municipio que, probablemente, tenga en el año 2024 casi un millón de votantes, una suma realmente enorme.
Esto cobra relevancia para el presidente Abinader debido a sus aspiraciones reeleccionistas y, perder en SDE en febrero del 2024, sería una pésima señal de cara a las elecciones presidenciales que le seguirán.
Así, consciente del desastre de Jiménez al frente de la alcaldía, Abinader ha visitado a SDE en múltiples ocasiones para anunciar obras de infraestructura y dedicado recursos millonarios para hacer lo que le correspondería ejecutar al sindico ex peledeísta.
En ese ambiente, existe la creciente percepción de que Jiménez apuesta por la división del PRM, pretendiendo tener el control de esa organización al promover que los líderes locales de ese partido sean electos «metiendo sus nombres en una funda» y el que salga de allí sería el triunfador.
Esto parece estimularlo consciente de que él es despreciado por la mayoría de la base del PRM y, por tanto, si no puede ganar, entonces estará listo para arrebatar y, eventualmente, largarse de la organización, quizás con los mismos argumentos que usó cuando se marchó del PLD en el año 2015.
Mientras tanto, se comenta en los corrillos del PRM que Abinader apostaría por la reelección de Manuel Jiménez, y, si logra imponerlo, el desastre se apoderaría de esa organización electoralmente y las posibilidades de reelegirse del presidente serían menores.
Es así que, en medio del desastre que se cierne sobre el PRM, Abinader regresará a SDE pensando en imponer su autoridad para lograr la unidad en medio del lío en que lo ha metido Manuel Jiménez, un político experto en prometer y en no cumplir sus palabras.
No solo eso, sino que no se le aprieta el pecho para culpar a otros de sus fracasos debido a su aparente falta de gerencia al frente de uno de los municipios mas importante de RD, al menos cuando se habla en términos electorales.
