Por Isaura Estévez
El alcalde Dioris Anselmo Astacio Pacheco ha usado a los dirigentes del PRM de Santo Domingo Este como meros papeles de baños que se lanzan a los contenedores de basura que sirven como criaderos de ratas, dejándolos de rodillas y en una situación vulnerable.
Mientras los altos dirigentes del municipio más poblado del país luchan por lograr que el presidente los nombre por decreto aunque sea como encargado de asuntos sin importancias, Astacio está debilitando su posición mediante la cancelación de seguidores que estaban empleados en el ayuntamiento de Santo Domingo Este. Cada vez que el alcalde despide a un militante de un dirigente del PRM, es como si le estuvieran quitando una pata a un cangrejo.
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Un aspecto conveniente de la estrategia de Astacio es su habilidad para crear una base de poder propia que no responda al partido, sino exclusivamente a él. Esto le permitiría, en caso de que el PRM se debilitara para 2028, contar con una fuerza propia para postularse como candidato de otro partido mejor posicionado.
Su acercamiento a David Collado, mientras simultáneamente mantiene un coqueteo con el presidente Mejía, indica que su habilidad camaleónica le permite navegar a través de cualquier tormenta política futura como lo hiciera el cínico político francés Joseph Fouché
Esta semana, José Sánchez, secretario de organización del PRM, convocó una reunión para protestar por las cancelaciones en el ayuntamiento. En respuesta, la dirección del municipio organizó otra reunión paralela, en la que el presidente del municipio elogió al presidente de la República. Este gesto fue una maniobra para disminuir el impacto de las críticas que Sánchez podría haber hecho contra el alcalde y al mismo decirle a Dío que no son de lo que haga Sánchez.
Astacio, un estratega político hábil, comprende que los problemas de un militante desempleado no inquietan a los altos dirigentes del PRM de Santo Domingo Este. Prefiere mantener las principales cabezas contenta mediante prebendas personales, en lugar de nombrarle seguidores.
Con Bertico Santana en el exilio, administrando una alcancía en Nueva Jersey, Adán Peguero reducido y desempleado y Manuel Jiménez convertido en un ceniza política por sus dos discípulos preferidos, a quienes llevó a cargos de diputado y regidora le dejan el camino solo a Dioris Anselmo Astacio para que se coma con yuca a la dirigencia del PRM en Santo Domingo Este.