Por Robert Vargas El día nueve de mayo del 2017, Heidy Adón junto a un puñado de jóvenes, como ella, ocuparon la sede de la Procuraduría General de la República en demanda de reivindicaciones sociales. La ocupación se extendió durante varias horas.
Una semana más tarde, el padre de Heidy, Jesús Adón, acudió a la parte frontal de la PGR actuando en solidaridad con los jóvenes que se proponían instalar un «campamento».
Ese día, los dos Adón, padre e hija, se colocaron frente a una batería de periodistas para hablar de sus derechos.
Minutos más tarde, un chico se propuso instalar una casa de campaña en el lugar, pero rápidamente fue enfrentado por la fuerza policial.
Jesús Adón corrió en auxilio de los jóvenes. Lo hizo a pesar de sus dolencias en la columna vertebral.
Jesús Adon en su última comparecencia ante la prensa
Sin embargo, en medio del tumulto, un policía se aproximó a Adón por la espalda y le produjo una descarga eléctrica justo en la espalda.
En ese momento, Adón no midió las consecuencias de lo que le acababa de suceder, pero pocos días después calló en cama por las dolencias en la columna vertebral. Esto se agravó con un accidente cerebro vascular.
Adón padre jamás se levantó de su lecho de enfermo y, en octubre de ese mismo año, falleció.
Ayer, Heidy Adón recordó ese pasaje de su vida como algo «lejano» y casi justificó la actuación policial contra su padre alegando que los policías «cumplen órdenes».
Lo hizo cuando asistía al acto de lanzamiento de un plan gubernamental que pretende contener la creciente violencia y criminalidad en Santo Domingo Este.
En el año 2017 ella estaba en contra del gobierno de Danilo Medina.
Hoy está del lado del gobierno de Luis Abinader.
Forma parte del Frente Amplio, una organización que es el «brazo político» del Partido Comunista del Trabajo (PCT). Ella admitió que es parte de esta agrupación.
A cinco años de distancia, esta joven parece cerrar filas, además, con la Policía, la misma que está bajo las críticas sociales desde que varios ciudadanos han muerto en establecimientos policiales cuando estaban bajo custodia.
Heidy asegura que le reclamarán al actual y a cualquier otro gobierno el respeto a los derechos humanos.
Sin embargo, lo que llamó la atención fue verla a ella, que es de izquierda, respaldando a un gobierno de derecha y casi perdonando al policía que marcó el inicio de la muerte de su padre, cinco años atrás, con una descarga eléctrica por la espalda.
Ante el fracaso de la gestión de la seguridad ciudadana del gobierno, algunos sectores reclaman una reforma policial; otros el desmantelamiento de la fuerza policial.