
Por Carlos Rodríguez
En un ambiente donde la lucha contra la corrupción parece ser solo un eslogan, la realidad se torna cada vez más oscura en la República Dominicana. Mientras algunos sectores dentro del gobierno se aferran a la búsqueda de más poder y presupuesto, los verdaderos luchadores contra la corrupción enfrentan ataques y campañas difamatorias. Aquellos que levantaron la bandera de la transparencia junto al presidente Luis Abinader ahora se encuentran en la mira de acusaciones infundadas, mientras que la sombra de la corrupción se cierne sobre los que deberían ser los defensores de la ética pública.
El regreso del presidente a las calles, aunque sea con inauguraciones de menor envergadura, parece más una estrategia para mantener su popularidad que una respuesta a las necesidades urgentes del pueblo. La indecisión en los nombramientos y la falta de acción firme desdibujan su autoridad, y la sensación de anomia se apodera del ambiente político. La presión de grupos internos y externos no es nueva, pero Abinader tiene ahora la experiencia y el liderazgo necesarios para enfrentarla de manera efectiva.
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El tiempo avanza: faltan poco más de tres años para que concluya su mandato y, con cada día que pasa, la urgencia de tomar decisiones acertadas se hace más evidente. El 27 de febrero se presenta como una fecha clave, un momento decisivo para relanzar un gobierno que parece tambalearse. Sin embargo, el silencio en torno a escándalos de corrupción y la infiltración de la delincuencia en la política hacen que la pregunta resuene: ¿será posible que los poderosos eviten finalmente su arresto?
Mientras los ecos de la corrupción retumban en cada rincón del país, la sociedad observa con atención. La lucha por la verdad y la justicia depende de la valentía del presidente y su capacidad para enfrentar a aquellos que operan en las sombras. La decisión está en sus manos, y su legado se juega en cada acción que elija tomar. La historia está atenta, y el pueblo exige respuestas. ¿Hasta cuándo escaparán los que creyeron que estaban por encima de la ley?