El mensaje especial que enviaron Luis Alberto, Luis Henríquez y Francis Gas en su fiesta a las madres + 288 Fotos
Por Robert Vargas/ Fotos de Cinthia Polanco
Este año 2018, la ya tradicional fiesta a las madres en su día por Luis Alberto Tejeda reunió varios ingredientes que mostraron que el festejo fue mucho más que eso. Fue un día para enviar un mensaje especial.
Varios detalles revelaron el pasado domingo que existía la intención de enviar un mensaje temprano no solo las madres, sino a sus hijos, sus esposos, novios, amigos, y a todo el municipio político.
No lo dijeron, pero fue algo como para quien tenga ojos, que vea; y quien tenga oídos, que escuche. No se trató de un relajo. Al contrario, parece ser un desafío y un pistoletazo de salida en una carrera que deberá concluir, en principio, en febrero del año 2020.
No se trata de que Luis Alberto, como es su costumbre cada año desde hace más de una década, volvió a tirar «la puerta por la ventana».
Él no es como otros diputados que se esconden y solo aparecen en tiempos de campaña electoral.
Luis Alberto, a pesar de ser un diputado novato, mantiene abierta su oficina política en la avenida Presidente Hugo Chávez, (antigua prolongacion Venezuela), al lado de la tienda La Sirena, donde recibe continuamente a sus seguidores, los escucha atentamente y canaliza la gestión de soluciones a problemas que les plantean.
Otros diputados, algunos de los cuales tienen tres períodos consecutivos en la cámara baja, simplemente de desaparecen. Ahora regresarán. Pueden estar seguro de que así será.
El pasado domingo, Luis Alberto llenó de madres el local del Club Los Mina, en el barrio que se crió.
Allí fue recibido con algarabía por esas mujeres de todas las edades. Lo sienten suyo, algunas lo tratan como si él fuera su hijo.
Entre la multitud vi a una señora que se abrió paso como pudo para llegar hasta dónde él estaba, abrazarlo con fuerza y darle un beso en una mejilla.
Luis Alberto la reconoció de inmediato.
Era aquella señora que residía en una destartalada casucha de cartón y latones viejos en lo profundo de Los Tres Brazos.
Un día, él pasaba por ese lugar, vio las condiciones deplorables en la que la señora, que no tiene hijos ni esposo, vivía.
De inmediato Luis Alberto dispuso que le construyeran una modesta vivienda con fondos de su fundación Soñando Despierto.
Ella le está agradecida, tal como otras que han logrado recuperar la salud luego de ser auxiliadas por este diputado que da la cara y las recibe a todas no solo el Día de las Madres, sino cada semana en su oficina política.
Tal como lo están otars mujeres que han logrado mejorar su condición económica tras aprender algunas carreras técnicas, que él auspicia.
Por eso, no es de extrañar que estas mujeres correspondieran a su llamado para celebrar el Dia de las Madres.
Lo que sí llama la atención es lo que ocurrió cuando él subió a la tarima y minutos antes de él marcharse del Club.
Antes que Luis Alberto, al local llegaron madres desde todos los lugares de la Circunscripción 2 de SDE.
Y minutos antes que él, lo hicieron sus colegas diputados Domingo Barett y Luis Henríquez, de las Cirscuncripciones 3 y 1 respectivamente.
Cuando subieron a la tarima, los tres se agarraron de las manos, las levantaron al unísono y se adelantaron hasta colocarse al borde del escenario para asegurarse de que todos los vieran en esa postura.
Lo hicieron con aire triunfal, como si pretendieran mostrarle músculos a alguien que no estaba presente, pero que ellos saben perfectamente que su mensaje les llegará.
Esta misma escena se repitió en Invivienda Santo Domingo en la fiesta que celebró a las madres Domingo Barett y en Pueblo Nuevo, Villa Duarte, con Luis Henríquez.
Los tres «se cuadraron». Estaban alegres y se les percibió que actuaban con firmeza y decisión.
Esa acción la repitieron los tres al concluir sus respectivos discursos.
Era la repetición de una acción para sembrar una matriz de unidad en la mente de la colectividad política local, y quizás más allá.
Esto es importante porque ellos tres fueron figuras claves en el triunfo del Partido de la Liberación Dominicana, (PLD), en Santo Domingo Este en las elecciones del año 2016.
Henríquez, Luis Alberto y Barett se colocaron sobre sus hombros la candidatura del entonces candidato a la alcaldía, Alfredo Martínez, quien ahora apuesta a ir a por la reelección y está confiado de que ganará, según sus cercanos.
Solo que ahora, tendrá de frente a quienes le sirvieron de apoyo hace un par de años.
Luis Alberto no le ha dicho a nadie, oficialmente, que aspira a la sindicatura; pero la gente parece que «lo aspira» y ya le dicen «Alcalde».
Luis Henríquez, «El de Siempre», tampoco dice que tiene esas aspiraciones, pero todo el mundo sabe que le encantaría ser síndico de Santo Domingo Este.
De Domingo Barett no he escuchado que tenga esas aspiraciones.
Sin embargo, los tres crecieron políticamente al amparo de la figura del ex líder Juan De los Santos, y el trío gritó más de una vez el pasado domingo que «¡Juancito Vive!», no en actos políticos, sino en fiestas a las madres.
El mensaje parece ser más o menos claro: los tres están unidos y dos de ellos están dispuestos a respaldar con todo lo que tengan a su alcance a quien sea el favorito para ser candidato a la alcaldía de SDE y, eventualmente, ser la carta de triunfo.
Esos manos unidas y levantadas en tres actos distintos en un mismo día y en las tres circunscripciones, no parece que tengan la intención de enviar otro mensaje.