Por: Ángel Danilo Mesa
Este artículo no busca ofender a mis amigos del PRM ni a los pocos de ellos que están en el gobierno. Por el contrario, pretendo solidarizarme con ellos.
Algunos manejos imprudentes de los gobiernos anteriores del PLD, junto con la división interna de ese partido, permitieron que Luis Abinader, candidato del PRM, llegara al poder. Sin embargo, lo hizo sin un plan de gobierno claro y con limitada capacidad para afrontar los retos de la gestión pública.
Los primeros cuatro años estuvieron marcados por la improvisación, centrados únicamente en desacreditar al PLD. Esa narrativa fue suficiente para convencer a los votantes. Ahora, la sociedad empieza a comparar ingresos frente a realizaciones, y la pregunta que surge es inevitable:
¿Dónde está todo el dinero que este gobierno ha manejado?
Este ha sido el gobierno con mayores ingresos en la historia reciente, pero carece de una marca de gestión que lo distinga. Nos encontramos adentrándonos en el quinto año con más temores que nunca: más préstamos, menos productividad y una creciente incertidumbre sobre cómo se enfrentarán los retos económicos. La inflación amenaza con alcanzar cifras de dos dígitos, mientras persisten los derroches en nóminas abultadas, lujos, banquetes y gastos innecesarios.
¿Y la prensa?
Silencio absoluto. Se han convertido en cómplices de este despilfarro.
Por otro lado, la oposición no presenta un panorama esperanzador. En lugar de unirse para ofrecer una alternativa sólida, se desgasta en luchas internas. Parecen no darse cuenta de que el país necesita urgentemente otro rumbo, con un liderazgo capacitado al volante.
Separados, no vamos a ninguna parte. Es necesario sacar del poder a los corruptos, incapaces, mentirosos y a quienes se comportan como aves de rapiña con el erario público.
Danilo y Leonel
El pueblo los necesita. Es momento de dejar atrás los rencores y diferencias para pensar en el bienestar de la República Dominicana. Si no se actúa con sensatez, el futuro será aún más sombrío.