
«¿La Historia se Repite? El Futuro de Abinader en la Mira de la Justicia»
Por Carlos Rodríguez
La repetición de la historia pareciera el destino del presidente Luis Abinader que este marcado por sombras similares a las que vivió su predecesor en el PRD, en la turbulenta época de 1982-1986. La creación de la Comisión Presidencial para establecer un Sistema Nacional de Transparencia y Anticorrupción solo es un intento tardío de enmascarar un manejo cuestionable de los fondos públicos, un hecho que la ciudadanía ya ha comenzado a percibir con claridad.
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Mientras Abinader se presenta ante el pueblo como el salvador de la transparencia, el escándalo de la contratación de un edificio inexistente por parte de la OGTIC y la anulación de licitaciones por irregularidades son solo la punta del iceberg de un sistema que se tambalea. El vergonzoso informe de la DIGEIG, que le otorgó un cero al Plan de Asistencia Social de la Presidencia, es un testimonio palpable de la falta de rendición de cuentas.
La vicepresidenta del PLD lo ha dicho con claridad: las comisiones por sí solas no bastan. La corrupción se infiltra en todos los niveles: desde el nepotismo hasta el desvío de fondos destinados a programas sociales. Y mientras el presidente se preocupa más por inaugurar una cancha en Ureña que por atender las verdaderas necesidades del pueblo, la historia nos advierte que la justicia suele ser implacable.
¿Acaso Abinader está a salvo de las consecuencias de sus acciones? La historia no olvida, y el pueblo menos. La impunidad tiene fecha de caducidad, y si no se toman acciones reales y decisivas, el legado de su gobierno podría terminar siendo un capítulo deshonroso en la memoria colectiva, similar al de aquellos que creyeron que el poder era eterno. La pregunta queda en el aire: ¿será Abinader capaz de evitar el mismo destino que su antecesor, o la justicia finalmente le pasará la factura?