Opiniones

Una asignatura de Filosofía

Por Quilvio Vásquez
En el continente americano, aún no se ha logrado incluir como asignatura obligatoria la enseñanza de la Filosofía en todos los niveles educativos. Esto ha generado múltiples errores, ya que muchas personas carecen de las herramientas necesarias para actuar con lógica y no desarrollan la tolerancia indispensable para reflexionar de manera prudente sobre sus acciones.

La Filosofía, única en su búsqueda de la verdad, nos guía para comprender el bien y el mal. Su enseñanza fundamental establece que el bien es una decisión correcta y el mal, una elección equivocada. Todo filósofo comprende que el buen proceder fomenta el bienestar social, pues ningún acto inmoral beneficia a la sociedad; por el contrario, causa daño colectivo. Mientras tanto, el bien, aunque no siempre favorezca a todos, jamás perjudica a nadie.

Por ello, enseñar Filosofía en las escuelas debería ser obligatorio. Su aporte trasciende generaciones, pero enfrenta resistencia, especialmente de algunas instituciones religiosas que, al pretender ser guías morales, temen el cuestionamiento filosófico. La Filosofía no puede coexistir con la mentira, y por esta razón, tanto los políticos como ciertos sectores religiosos intentan obstaculizar su enseñanza.

Resulta especialmente lamentable que la política, una rama de la Filosofía destinada a garantizar una justa distribución del bienestar social, esté desconectada de esta disciplina. Si exigiéramos que los políticos fueran licenciados en Filosofía política, tendríamos líderes más capaces de abordar los problemas con el rigor de un filósofo, orientados siempre hacia la verdad, que es la única razón auténtica para alcanzar el bienestar colectivo.

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Es natural que, quien no haya estudiado Filosofía, se pregunte: ¿Para qué sirve la Filosofía? La respuesta es clara: nada tiene valor si no cumple con los requisitos de la verdad. De hecho, la Filosofía es la única disciplina capaz de determinar qué es verdadero y qué es falso. Aunque las ciencias están controladas por el método científico, alrededor del 75 % de su metodología tiene raíces filosóficas.

En la sociedad, la moral, las leyes, las costumbres y las ciencias nacen con el objetivo último de la Filosofía: llegar a la verdad.

Espero que, después de leer este artículo, nadie se pregunte nuevamente para qué sirve la Filosofía. Asimismo, invito a los actores del sistema educativo dominicano a considerar la inclusión de la Filosofía como asignatura obligatoria en los niveles inicial, medio y profesional. Solo así podremos construir una sociedad más justa, donde la búsqueda de la verdad sea el propósito esencial de nuestras vidas.Por: Quilvio Vásquez

En el continente americano, aún no se ha logrado incluir como asignatura obligatoria la enseñanza de la Filosofía en todos los niveles educativos. Esto ha generado múltiples errores, ya que muchas personas carecen de las herramientas necesarias para actuar con lógica y no desarrollan la tolerancia indispensable para reflexionar de manera prudente sobre sus acciones.

La Filosofía, única en su búsqueda de la verdad, nos guía para comprender el bien y el mal. Su enseñanza fundamental establece que el bien es una decisión correcta y el mal, una elección equivocada. Todo filósofo comprende que el buen proceder fomenta el bienestar social, pues ningún acto inmoral beneficia a la sociedad; por el contrario, causa daño colectivo. Mientras tanto, el bien, aunque no siempre favorezca a todos, jamás perjudica a nadie.

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Por ello, enseñar Filosofía en las escuelas debería ser obligatorio. Su aporte trasciende generaciones, pero enfrenta resistencia, especialmente de algunas instituciones religiosas que, al pretender ser guías morales, temen el cuestionamiento filosófico. La Filosofía no puede coexistir con la mentira, y por esta razón, tanto los políticos como ciertos sectores religiosos intentan obstaculizar su enseñanza.

Resulta especialmente lamentable que la política, una rama de la Filosofía destinada a garantizar una justa distribución del bienestar social, esté desconectada de esta disciplina. Si exigiéramos que los políticos fueran licenciados en Filosofía política, tendríamos líderes más capaces de abordar los problemas con el rigor de un filósofo, orientados siempre hacia la verdad, que es la única razón auténtica para alcanzar el bienestar colectivo.

Es natural que, quien no haya estudiado Filosofía, se pregunte: ¿Para qué sirve la Filosofía? La respuesta es clara: nada tiene valor si no cumple con los requisitos de la verdad. De hecho, la Filosofía es la única disciplina capaz de determinar qué es verdadero y qué es falso. Aunque las ciencias están controladas por el método científico, alrededor del 75 % de su metodología tiene raíces filosóficas.

En la sociedad, la moral, las leyes, las costumbres y las ciencias nacen con el objetivo último de la Filosofía: llegar a la verdad.

Espero que, después de leer este artículo, nadie se pregunte nuevamente para qué sirve la Filosofía. Asimismo, invito a los actores del sistema educativo dominicano a considerar la inclusión de la Filosofía como asignatura obligatoria en los niveles inicial, medio y profesional. Solo así podremos construir una sociedad más justa, donde la búsqueda de la verdad sea el propósito esencial de nuestras vidas.

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