Muere Henry Kissinger, el artífice de la diplomacia estadounidense
El padre de la diplomacia estadounidense, que asesoró a varios presidentes de EE.UU. y organismos estatales, es considerado una figura controvertida en la escena política mundial.
El prominente político y diplomático estadounidense Henry Kissinger falleció a la edad de 100 años, murió este miércoles en su casa de Connecticut, según informa su sitio web personal.Informó RT
Figura indispensable en la historia de la diplomacia estadounidense, fue un destacado protagonista de la escena internacional del siglo XX, y su reputación mundial va mucho más allá de los cargos de 56º Secretario de Estado de los EE.UU. y consejero personal del presidente Nixon para asuntos de seguridad nacional que desempeñó.
Miembro del Partido Republicano durante los 50 años que trabajó en el ámbito de la política exterior, asesoró también a varios presidentes, tanto demócratas como republicanos, además de liderar distintos estudios para organismos gubernamentales e instituciones privadas.
De «un verdadero gigante entre los diplomáticos y políticos de todo el mundo» lo calificó el embajador ruso en EE.UU., Anatoli Antónov, al hablar de su larga trayectoria profesional en un mensaje que le envió a Kissinger con motivo de su 99 cumpleaños.
¿Por qué es tan destacado el papel y la importancia de Kissinger en la política estadounidense y mundial? ¿Y cómo un niño alemán de una familia judía religiosa logró alcanzar la máxima responsabilidad en el ámbito de la política exterior de EE.UU.?
Su juventud
Hijo de un maestro y una devota ama de casa judíos de Alemania, llegó a este mundo con el nombre Heinz Alfred Kissinger el 27 de mayo de 1923 en la ciudad bávara de Fuerth.
En 1938, huyendo de la persecución nazi, los Kissinger se mudaron a los Estados Unidos. El joven ingresó al New York City College y luego fue reclutado para el Ejército. Su fluidez al hablar alemán, la capacidad de analizar rápidamente la situación, el ingenio y la inteligencia del joven hicieron que el mando militar pronto le asignara funciones en el contraespionaje.
Terminada la II Guerra Mundial, en 1945 y 1946 sirvió en la zona de Alemania que quedó bajo la influencia de EE.UU. desempeñando tareas en el servicio de contraespionaje y ejerciendo de instructor en una escuela de espionaje. En 1947 regresó a los Estados Unidos e ingresó al Harvard College, donde se graduó en 1950 en Ciencias Políticas, y consiguió en 1952 y 1954 la maestría y el doctorado en Ciencias Políticas en la Universidad de Harvard.
Su trayectoria como político
Al dejar Harvard, hizo de director de su proyecto en estudios especiales en Rockefeller Brothers Foundation entre los años de 1956 a 1958, y posteriormente, hasta 1971, asumió la dirección del programa estatal de estudios de defensa de Harvard, ideado para asesorar a los principales políticos y militares del país. Además, desempeñó las tareas de asesor para varios políticos y organismos estatales.
El presidente republicano Richard Nixon quiso contar con sus conocimientos en materia de política internacional y lo nombró asesor para asuntos de seguridad nacional en 1968.
Durante el tiempo que estuvo en el cargo, Kissinger fue el representante de los Estados Unidos en las negociaciones para terminar la guerra de Vietnam, que finalizó en 1973 con un acuerdo de alto el fuego. Ese mismo año recibió el Premio Nobel de la Paz.
La brillantez con la que ejerció su labor en 1973 hizo que el presidente Nixon le nombrara secretario de Estado. Es más, cuando Nixon tuvo que dimitir en medio del escándalo Watergate, el hasta entonces vicepresidente, Gerald Ford, tomó las riendas de la Casa Blanca como presidente y mantuvo a Kissinger al frente de la política exterior hasta 1977.
Todos estos años desempeñó un papel dominante en la política exterior de Estados Unidos. Muchas iniciativas diplomáticas están asociadas a su persona, incluida la de seguir una política de distensión en plena Guerra Fría, lo que supuso un alivio en las extremadamente complicadas relaciones soviético-estadounidenses. A partir de ese momento, disminuyó la intensidad de la confrontación entre los países del bloque socialista y los que estaban bajo la influencia de Washington.
Una consecuencia importante de esta política de distensión fueron las negociaciones sobre la limitación de las armas estratégicas, que terminaron con la suscripción, en 1972, de los tratados entre Estados Unidos y la Unión Soviética sobre la limitación de este tipo de armas y la defensa antimisiles. También firmaron una serie de acuerdos sobre cooperación bilateral en áreas no militares.
Fue uno de los principales artífices del acercamiento de EE.UU. a la República Popular China, que terminó con el reconocimiento diplomático del régimen de Mao y la visita a China del presidente Nixon en 1972.
Gracias a su ‘diplomacia de lanzadera’ a principios de la década de 1970, las negociaciones para resolver el conflicto árabe-israelí terminaron con la firma de dos acuerdos sobre la separación de las tropas israelíes y egipcias en la península del Sinaí, que puso fin a la Guerra de Yom Kippur (1973).
En una encuesta de la revista Foreign Policy de 2015, fue calificado como el secretario de estado de EE.UU. más eficaz de los últimos 50 años.
Kissinger es autor de varios libros sobre diplomacia y el sistema político internacional actual. En sus obras, no sólo analizó el pasado de las relaciones internacionales, sino que también expresó sus puntos de vista sobre la historia, la filosofía y los problemas de la política internacional.
Entre 1984 y 1990 asesoró a los presidentes Ronald Reagan y George W. Bush en la preparación de sus reuniones con Mijaíl Gorbachov.
En 2002, encabezó una comisión independiente para investigar los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Qué pensó sobre conflictos actuales
Al referirse a tensiones internacionales de la actualidad, Kissinger consideraba que su país se encuentra actualmente al borde de una guerra con Moscú y Pekín alentada en parte por Washington.
«Estamos al borde de una guerra contra Rusia y China por cuestiones que en parte creamos, sin ninguna idea de cómo va a terminar esto o a qué se supone que conducirá», afirmó Kissinger en una entrevista con el diario The Wall Street Journal publicada en agosto de 2022.
En lo que se refiere a la situación entre Ucrania y Rusia, Kissinger opinaba que las promesas de la OTAN de admitir a Ucrania en la alianza fueron «un grave error» y desencadenaron el actual conflicto entre ambas naciones. Asimismo, consideraba que Crimea no debe volver a formar parte del territorio ucraniano.
Al mismo tiempo, el veterano político estadounidense creía que actualmente la paz en Europa no se puede lograr sin que Ucrania se una al bloque militar liderado por EE.UU.
Así, en una entrevista con The Economist en mayo de 2023 sugirió que, dada la situación, «para la seguridad de Europa, es mejor tener a Ucrania en la OTAN, donde no puede tomar decisiones nacionales sobre reclamos territoriales».
Con respecto a la última escalada del conflicto palestino-israelí, Kissinger dijo a mediados de octubre a Welt TV que Europa es en parte responsable del ataque del grupo palestino Hamás a Israel.
Según el diplomático, el ala militante de Hamás no hubiera emprendido una acción tan agresiva a menos que estuviera segura de que podía llevarla a cabo sin causarse graves daños y contara con el respaldo de sus vecinos y con el consentimiento tácito de otros países, incluso de Europa.
Kissinger consideraba que el verdadero objetivo del ataque de Hamás era «movilizar al mundo árabe contra Israel y salirse del camino de las negociaciones pacíficas». En este contexto, pidió a la UE que advirtiera a otros países que no se involucren en el conflicto, haciéndoles saber que, si dan ese paso, «pagarían un precio por involucrarse».