
Desde 1988, Los Tres Brazos ha sido escenario de una tradición que llenó de vida y color sus calles: nuestro carnaval. Año tras año, con esfuerzo y dedicación de cada miembro del comité permanente de cultura y de toda la comunidad, logró posicionarse como el mejor carnaval popular de todos los barrios del Gran Santo Domingo. Era un evento esperado con ansias, especialmente por los niños y jóvenes que, como yo, crecieron soñando con el traje que vestirían cada 27 de febrero.
Recuerdo con emoción aquellos días en los que, desde septiembre, iniciaba mi recolección económica familiar para confeccionar mi traje. Era una tarea llena de ilusión, donde cada detalle importaba. También esperaba con entusiasmo la visita de la señora Tatis ( dueña de la comparsa los diablos de Tatis), quien pedía permiso en cada hogar para que los niños pudieran participar en su comparsa y participar de la fiesta popular. No era solo ella, sino también muchos grandes héroes de nuestro carnaval que me permito citar algunos ( Dolores, Tio Jhonny RIP, Dona Chea RIP,etc) todos organizaban nuestros jóvenes en las respectivas comparsas de nuestro barrio. Los Tres Brazos entero se vestía de fiesta, de alegría, de tradición.
Sin embargo, en los últimos años, hemos sido testigos de una dolorosa sequía cultural. Ya son cuatro años sin nuestra gran fiesta popular. Como Los Tres Brazos, otros carnavales locales han desaparecido, como el de Katanga, Los Mina, Villa Duarte e Invivienda. ¿Quiénes son los culpables? Tal vez existan muchos, pero este escrito no busca señalar con el dedo, sino alzar la voz en favor de nuestra cultura y llamar la atención de las autoridades competentes.
Los barrios necesitan su carnaval. No es solo una fiesta, es una expresión de identidad, una tradición que fortalece el sentido de comunidad y ofrece a los jóvenes una alternativa positiva para canalizar su creatividad y energía. Es doloroso ver cómo cada 27 de febrero, Los Tres Brazos llora la ausencia de su carnaval, mientras el Comité Permanente de Cultura lucha contra la falta de apoyo.
Desde aquí expreso mi respeto y admiración a cada miembro de este comité, ( Jacquelin Jiménez , Julio Brito, Orlando Colon, Franklin Tamayo etc) quienes año tras año hacen lo imposible por mantener viva nuestra tradición. Su esfuerzo no pasa desapercibido, y por eso, hoy levanto la voz con la esperanza de que en 2026 la historia sea diferente. Que las autoridades comprendan el valor de la cultura y el impacto positivo que tiene en nuestra sociedad.
Que la alegría, el color y la tradición vuelvan a las calles de Los Tres Brazos y de todos los barrios que han visto morir sus carnavales.
Ojalá que pronto podamos celebrar nuevamente. Ojalá que el carnaval renazca.