Políticas de seguridad ciudadana desde los Gobiernos Locales
Una mirada a la experiencia de Bogotá.
“A mí no me da miedo aplicar la autoridad para hacer cumplir la ley. Pero la autoridad hay que aplicarla basada en la pedagogía más que en la fuerza, porque eso es lo que la hace legítima”
Por Raquel Cruz
Muchas ciudades han logrado un descenso de la criminalidad y la caída de los indicadores de la delincuencia con estrategias diseñadas desde sus alcaldías; ciudades caracterizadas por su alto nivel de peligrosidad hoy pueden exhibirse como metrópolis tomadas de referencia en todo el mundo, modelos diferenciados hoy en día por la seguridad que pueden exhibir.
El caso de Bogotá debe ser un referente de cultura ciudadana, siendo esta un eje transversal en todo el desarrollo de la seguridad ciudadana construida a lo largo de esta última década.
Modelos de gestión municipal de seguridad ciudadana han sido implementadas con gran éxito en América Latina y un ejemplo vivo de ello es el experimentado en Bogotá, el cual a principios de la década de los 90 era la capital más violenta de la región, sin embargo los indicadores de criminalidad descendieron drásticamente tras los planes de seguridad y cultura ciudadana implementados por los alcaldes Antanas Mockus y Enrique Peñalosa.
Mockus desarrolló esencialmente un plan de cultura ciudadana como eje central de convivencia y seguridad y Peñalosa sobre esa base desarrolló entonces un magno programa de transformación urbana.
Para ambos alcaldes la dificultad de la violencia y la inseguridad ciudadana se convirtió en una prioridad de la gestión municipal, tomando en cuenta la cultura ciudadana no como un indicador de seguridad propiamente dicho, pero que impacta esta positivamente sobre la base de que si culturalmente cumplimos la ley, disminuyen los índices de violencia y por ende es menor la comisión de hechos delictivos.
Los procedimientos, manejo de información, levantamiento de estadísticas, ejecución de planes de prevención del delito y evaluación de políticas de seguridad en las comunidades deben ser abordadas por los gobiernos locales como responsables de sus territorios.
No hay administración pública eficiente sin información, tanto en las alcaldías lideradas por Mockus como la de Peñalosa se crearon los observatorios de violencia y delincuencia, en sus gestiones se realizaron casi una veintena de estos observatorios, claves para intercambiar con las comunidades cuáles eran sus problemas urbanos;
Hicieron mediciones sobre aspectos nodales, inquietudes y necesidades de los munícipes realizando levantamientos de estadísticas, verificando la respuesta de la gestión, analizando las posibles soluciones y evaluando el rol Municipal al respecto.
- ¿Cuáles las principales demandas sociales?,
- ¿Cómo se produce el delito en cada pequeña comunidad?
- ¿A cuales factores atiende esencialmente la violencia urbana?,
La cercanía con la gente es vital para dar respuestas a sus inquietudes, de ahí que las Alcaldías como entes cercanos a las comunidades pueden recibir de primera mano la información adecuada para contrarrestar los males más inquietantes.
Los gobiernos locales pueden replicar sus direcciones de trabajo en las comunidades, siendo que en cada pequeña comunidad pueda haber representantes para defender los intereses comunes a la colectividad.
Lo cierto es que la transformación que logró experimentar Bogotá se debió a la gestión de ciudad implementada por los Alcaldes de la ciudad desde la década de los 90.
El primer paso significativo se obtuvo en la gestión municipal de 1995-1997, liderada por Antanas Mockus, este gobierno municipal se caracterizó por involucrarse en el diseño y encaminar acciones para lograr la seguridad ciudadana.
Este gobierno local impregnó un interés especial en disminuir la violencia en la ciudad basándose en lo que denominaron “Modelo de Cultura Ciudadana” que busca el cumplimiento de los deberes y obligaciones como una construcción social que moldea el comportamiento de los ciudadanos en los entornos sociales y urbanos, proyectando valores.
Alcaldía Mayor de Santa Fe de Bogotá, en el “Plan de Desarrollo Formar Ciudad 1995- 1997” definió el concepto Cultura Ciudadana como “Conjunto de costumbres, acciones y reglas mínimas compartidas que generan sentido de pertenencia, facilitan la convivencia urbana y conducen al respeto del patrimonio común y al reconocimiento de los derechos y deberes ciudadanos”
La administración de Enrique Peñalosa que inició en 1998 mantuvo gran parte de las políticas iniciadas por Mockus en el 95, los esfuerzos liderados por Peñalosa se fundamentaron en la seguridad ciudadana desde la perspectiva de “Construir Ciudad” dando valor a la recuperación de los espacios públicos, así como también espacios urbanos abandonados que se habían convertido en nichos de delincuencia y convirtiéndolos en espacios seguros y de orden.
La Gestión del 2000 en la que la Alcaldía Mayor de Santa Fe de Bogotá es nuevamente gobernada por Antanas Mockus sigue avanzando con el fortalecimiento de la seguridad ciudadana y la defensoría de los espacios públicos.
Es importante señalar que enfocar un gobierno local desde la perspectiva de lograr la seguridad ciudadana y que ésta fuera lograda a través de la construcción de un modelo de seguridad ciudadana se constituyó en una innovación.
Estrategias trazadas desde aspectos nodales como la cultura, la educación y el urbanismo y trabajar en modelos poco represivos, basados en el aprendizaje de una cultura de legalidad garantizan la disminución de los índices de criminalidad y esto es posible desde las alcaldías, podemos avanzar hacia una cultura de legalidad.
La creación del modelo de gestión de Antanas Mockus se fundamentó en la pedagogía y en amplias campañas educativas y de concienciación.
Como bien dijo este en una ocasión “A mí no me da miedo aplicar la autoridad para hacer cumplir la ley. Pero la autoridad hay que aplicarla basada en la pedagogía más que en la fuerza, porque eso es lo que la hace legítima”