Presos SDE hacinados en un camión en medio pandemia COVID-19
Por Julio Benzant
Santo Domingo Este. Decenas de presos preventivos, son mantenidos encerrados en un camión-cárcel, en el patio del Palacio de Justicia de la avenida Charles de Gaulle, a espera de ser conocida medidas de coerción.
Todos los detenidos en la cárcel improvisada, están sin la mínima protección y distanciamiento requerido por las autoridades sanitarias por la pandemia de COVID-19, que mantiene al país en estado de emergencia.
El trato inhumano a los reclusos es una contante de manos de las autoridades del ministerio público, a la cabeza del fiscal titular Milciades Guzmán Leonardo.
La situación de hacinamiento de los presos se ha mantenido, a pesar de la apertura de la nueva cárcel de la PGR en el poblado de San Luis, con la cual se presumía un cambio en la situación y mayor respeto a la dignidad de los detenidos.
De acuerdo a fuentes, la Fiscalía se niega a entrar más detenidos en la cárcel de San Luis, donde en la actualidad se mantienen imputados que esperan ser trasladados a recintos carcelarios definitivos.
Los conocimientos de las medidas de coerción se están realizando de manera virtual, siendo los detenidos presentados ante un juez y fiscal de la acusación, por video conferencia.
Desde la apertura de las cárcel en San Luis, la Fiscalía de Santo Domingo Este optó por dar un trato “preferencial” a algunos detenidos, tratando de mantener en funcionamiento la denominada “carcelita” en el Palacio de Justicia de la Charles de Gaulle.
La Suprema Corte de Justicia, que es quien tiene la autoridad sobre el edificio del Palacio de Justicia de la avenida Charles de Gaulle, se vio obligada a la demolición de “la carcelita”, por las denuncias de violación de los derechos humanos y para obligar a la Fiscalía a usar la nueva cárcel.
Luego de la acción del Poder Judicial, la respuesta del fiscal Milciades Guzmán Leonardo fue más radical, convirtiendo un camión en una cárcel improvisada instalada en el mismo patio del Palacio de Justicia bajo el sol ardiente y sin ninguna condición sanitaria.
En ese lugar, y ante la vista de todos, los custodios policiales le pasan una manguera a los presos para que estos “se bañen” y luego son llevados uno a uno a un sanitario para realizar sus necesidades fisiológicas.
Se teme que en cualquier momento estalle un brote de COVID -19 entre los reclusos.
Videos Relacionados: