Sector sindical traiciona trabajadores apoyando bombazo fiscal
Por Manuel Soto Lara
Ante la explotación del capital, del bombazo fiscal, del agiotismo y la especulación, la clase trabajadora del país carece de paternidad sindical. Ello así porque la teta de la “Res-publica” que le da leche le mantiene la boca tapada.
La clase trabajadora dominicana no solo está huérfana de auténticos representantes sindicales, sino que muchos de ellos han traicionado a los trabajadores.
Todo cambio, primero con la caída de la Unión Soviética. Hasta entonces, unos eran amamantando por los gringos, los de derecha; y otros por los rusos, los de izquierda.
Cuando nuestros sindicalistas perdieron esas tetas le dijeron a los trabajadores, para que pagaran cuotas sindicales, que si ellos querían ser dueños del movimiento sindical debían financiarlo. “Porque el que paga manda”. Recuerdo muy bien a Gabriel del Rio cuando lo dijo.
Luego, con sus luchas, nuestros líderes sindicales lograron su integración a los órganos tripartitos (Banco de los Trabajadores, -al que ayudaron a quebrar-; Infotep, IDSS y posteriormente la Seguridad Social etc.
Ahí están esos “Timacles” mamando su teta: Ahí están “echándose la paca” como dice los pueblerinos. Por eso no pueden abrir la boca en defensa de los trabajadores, porque se les sacan la teta de la boca.
La mayoría de las otrora más representativas centrales sindicales del país han estado de rodillas ante todos los gobiernos por temor a que le quiten las tetas que dan leche.
Los gobiernos, por resolución del Ministerio de Trabajo, son quienes dicen cuáles centrales sindicales aplican para integrar los órganos tripartitos “que dan leche”. El que desafine, queda fuera. Así los mantiene de rodilla.
Ya ustedes, estimados lectores, podrán intuir porque Gabriel del Rio Doñe, de la CASC; Pepe Abreu, de la CNUS; y Jacobo Ramos, de la CNTD, con la leche chorreándole entre la comisura de los labios, coincidirieron en que el bombazo fiscal no perjudicará a los trabajadores.
Ellos, a diferencia de Juan Hubieres, no irán al congreso a denunciar las mafias que se tragan el presupuesto, y que, de suprimirse, evitarían empobrecer más a los trabajadores con una reforma fiscal.