
La extraña predilección de la Fiscalía de SDE por recibir dinero en efectivo a manos llenas
Por Robert Vargas
Ayer, el Procurador Fiscal de SDE, Milcíades Guzmán Leonardo, sacó el pecho y habló en tono desafiante lanzando un reto, que fue percibido como una posible amenaza, a quienes se atrevieron a grabar y a difundir en las redes siociales el procedimiento aplicado por su despacho para cobrar multas por cientos de miles de pesos en efectivo, al filo de la madrugada, en un estacionamiento a presuntos infractores de la ley que sanciona el uso de las hookahs.
Guzmán Leonardo, quien parece tener cierta predilección por los cobros en efectivo de las multas (ya lo ha hecho con los operadores ilegales de máquinas tragamonedas), habló directo a las cámaras para justificar su decisión de convertirse en juez y parte y, además, en agente de cobros.
No solo habló directo a las cámaras, sino que reclamó que el país le crea que irán a las arcas nacionales o a la PGR, cada peso de los cientos de miles que sus subalternos cobraron en la penumbra de la noche del pasado sábado a los dueños de establecimientos en los que se incautaron de las hookahs.
Llama la atención que el comportamiento de la Fiscalía de Santo Domingo Este, en cuanto al cobro de multas se refiere, es muy distinto al de los oficiales de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre, DIGESETT.
Cuando uno de los oficiales de la DIGESETT fiscaliza a un conductor por una presunta violación a la Ley de Tránsito, este agente solicita la licencia del presunto infractor, escribe sus datos en una libreta y, finalmente, le entrega una copia al conductor.
Con ese documento en mano, el ciudadano va o envía a alguien al Banco de Reservas y paga la multa. Si lo desea, luego puede ir al tribunal de tránsito a defenderse. O al revés.
Sin embargo, los fiscales de Santo Domingo Este, dirigidos por Guzmán Leonardo, actúan en forma totalmente distinta.
Ellos llegan, verifican que se ha producido una infracción y allí mismo «matan la vaca, le arrancan el cuero, la cocinan y se la comen».
En otras palabras, tipifican la infracción, (en el caso de las hookahs y las máquinas tragamonedas), y luego se dedican a recibir a manos llenas cientos de miles de pesos y le entregan a los ciudadanos un papelito que dicen es «un comprobante», sin numeración.
Además, el Fiscal se considera con todo el derecho de imputar, colocar la multa y cobrarla sin que esté de por medio la decisión de un juez.
Según se desprende de las explicaciones del funcionario, ninguno de los presuntos infractores por el uso de las hookahs fue instruido de cargos ni presentado ante un juez para que fuera este quien decidiera los montos a pagar de conformidad con la Ley.
Parece que en la Fiscalía de SDE, al menos en este aspecto, se consideran por encima del mundo.
¿Qué pensaría la ciudadanía si observara que los agentes de la DIGESETT imponen las multas y allí mismo las cobran a manos llenas?
Mientras tanto, el flamante fiscal de SDE está dispuesto a seguir multando a presuntos infractores y a cobrarle allí mismo, en una oficina, en un estacionamiento, de día o de madrugada, cientos de miles de pesos que sus subalternos reciben a manos llenas y que Guzmán Leonardo quiere que le creen que ese dinero completito va a parar a las arcas del estado.