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Nada nuevo: Abinader aplica el librito de Danilo al prorrogar el estado de excepción otros 45 días

Por Robert Vargas
El presidente Luis Abinader no ha mostrado nada nuevo en su estrategia para combatir la Covid-19 y, por el contrario, ha decidido continuar aplicando el mismo «librito» del ex presidente Danilo Medina al decidir mediante decreto la ampliación del estado de emergencia  durante 45 días y el toque de queda durante otros 25 días a partir de este tres de septiembre del 2020.

Lo ha hecho mediante el decreto número 430-20 y 431-20 en los  cual admite la gravedad de la situación sanitaria en República Dominicana, derivada de la pandemia del nuevo coronavirus.

Abinader, al igual que Medina, dispuso «restricciones proporcionales y temporales a las libertades de tránsito, asociación y reunión» de acuerdo con varios acápites de la Constitución de la República.

Cuando Medina aplicó disposiciones similares para tratar de vencer la Covid-19, sectores que entonces eran de oposición, denunciaron que con ellas el ex presidente pretendía imponer una «dictadura» y provocar la supuesta «suspensión de las elecciones para perpetuarse en en el poder».

Algunos, entre estos asociaciones de comerciantes vinculadas a la otrora oposición, desafiaron al gobierno al que le tumbaron el pulso y lo obligaron a suavizar el toque de queda ante la amenaza de que si no les permitían abrir las puertas de sus negocios, ellos las abrirían por su cuenta y riesgo aunque «la dictadura» tuviera que «meterlos presos a todos».

Ahora, Abinader, respaldado por el Congreso Nacional amplía el estado de excepción durante 45 días adicionales.

En la etapa final del gobierno de Medina, el Congreso Nacional regateaba el otorgamiento de autorización para ampliar el estado de excepción.

Al igual que el gobierno de Medina, sin variación, Abinader anunció ayer que adoptará «las medidas que sean necesarias para garantizar el fortalecimiento de la capacidad hospitalaria pública y privada y evitar la saturación del sistema nacional de salud».

El decreto de Abinader en esta materia ha sido dictado en momentos en que la pandemia de la Covid-19 mata cada día a decenas de personas, y cientos se contagian con el nuevo coronavirus, sin que aparezca una luz al final del tunel que de señales de que la gravedad de la situación sanitaria llegará a su fin.

Todo esto ha dejado mal parados a los dirigentes perremeístas que llegaron a negar la pandemia y hasta a algún reputado médico y productor de un programa de radio que negaba con vehemencia la existencia del Covid-19 o de que, por lo menos, este fuera capaz de resistir el calor del pavimento del país caribeño.

Hasta el momento, el gobierno de Abinader no ha mostrado nada distinto de lo que hacía Medina para combatir la pandemia y, al contrario, da la impresión de que aplica «el mismo librito».

Mientras tanto, la población sigue desafiando a la pandemia, decenas mueren cada día y cientos son contagiados.

A todo esto, el gobierno responde pretendiendo crear la percepción de que existe una mejoría sustancial y se apura a impulsar el turismo en un país que parece estar de rodillas ante la mortal Covid-19.

Todo esto queda disimulado con abundantes anuncios de destituciones de funcionarios del gobierno pasado y las designaciones a granel de nuevos burócratas en todas las áreas de la administración pública.

Este condimento social queda aderezado con los preparativos para la entrada en escena del gran circo desde el área judicial con un ministerio público «independiente» que quiere satisfacer el reclamo de sangre llegado desde las gradas.

Decreto 430-20 (Parcial)
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