Adán Peguero venció a Jorge Frías porque este le creyó a ciegas a Hipólito Mejía
Por Robert Vargas
Lo que importan son los resultados. Todo lo demás es cháchara y justificaciones vanas de acciones fallidas y, Adán Peguero, en la reciente e intensa pre campaña interna del PRM, demostró que es mejor estratega que Jorge Frías.
Peguero es el Presidente municipal del Partido Revolucionario Moderno, (PRM), en Santo Domingo Este; y Frías es el dos veces regidor y tres veces diputado que en la actualidad es el Coordinador del maltrecho H20, como se denomina al equipo de Hipólito Mejía, quien fue derrotado de manera aplastante y humillante por Luis Abinader.
Adán Peguero supo ver mejor a la distancia que Jorge Frías y, con los datos que tenía a manos, diseñó una estrategia para quedar en el bando vencedor, mientras que el ex diputado lanzó puñetazos al aire y se metió él mismo y por su propia cuenta en el grupo de los derrotados.
El Presidente municipal del PRM le ha prometido a sus perremeístas que los conducirá a la victoria en las elecciones municipales apostando a sus indiscutibles e innegables habilidades negociadoras aprendidas fuera del PRM y, sobre todo, en terrenos de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
De su lado, Jorge Frías, desafiante y frontal, partió de premisas falsas y llegó a conclusiones erróneas que, finalmente, lo hicieron morder el polvo de la derrota.
Frías, igual que todos los del H20, cometieron el error de creer en su líder, Hipólito Mejía, quien les mintió al decirles con firmeza y seguridad que «sus números» lo daban «vencedor» en las primarias frente a Abinader.
Si el antecedente es falso, el consecuente también lo será. Eso es lógica elemental.
Por tanto, la causa de la humillación padecida por Frías a manos de Peguero hay que buscarla en Mejía.
Peguero, sin embargo, le creyó a Luis Abinader, a todas las evidencias materiales que tenía en sus manos; dejó de lado «la fé»; apostó y lo hizo bien. Por ese motivo hoy ríe de buena gana, mientras Frías trata de encontrar una razón al desastre del H20 a nivel nacional y local.
Esencialmente, entre Hipólito Mejía y Luis Abinader no existen diferencias ideológicas, filosóficas, programáticas ni conceptuales.
Son parte de un mismo paquete con el que se está de acuerdo o no. Son dos líderes del sistema, empresarios capitalistas, que no se proponen, en modo alguno alterar el estado de cosas, a no ser con la aplicación de alguna reforma insignificante dentro del mismo sistema, para nada más.
Basta con observar que Abinader se busca de asesor a Rudolph Giuliani, quien es uno de los abogados preferidos del presidente estadounidense Donald Trump, tenido por la propia prensa norteamericana como un mentiroso patológico.
Mientras que Mejía puso a la República Dominicana a invadir a Irak en busca de unas armas de destrucción masiva que nunca existieron, todo como parte de una trama fundamentada en mentiras por el presidente George Bush tras los fatídicos actos terroristas del 11 de septiembre de 2001 en NY.
Por tanto, al no existir diferencias fundamentales entre Abinader y Mejía, entonces para los perremeísta, seguir a uno a u otro es mera cuestión de estar lo más próximo posible a quien se perciba que vaya a ganar para disfrutar un poco de las mieles del poder.
En otras palabras, no es una cuestión de política, sino de conveniencias y de negocios a futuro, no lejano, sino cercano.
Por tanto, de lo que se trata es de «hacer negocio» aparentando que se «hace política». En esta parte, Adán Peguero le lleva la milla a Jorge Frías.
Si observamos bien, Peguero se alió con Frías y el H20 par aganar la Presidencia municipal del PRM. Pero no lo hizo solo con los H20, sino con una parte importante de la gente del equipo de Luis Abinader.
La política de alianzas de Peguero se demostró, en la práctica, que fue exitosa. Puso a su servicio al veterano ex diputado.
Lo hizo, confiado en que el líder del H20 le permitiría competir por la pre candidatura a la Alcaldía. Cuando Peguero se dio cuenta de que la selección del pre candidato a la alcaldía por el H20 sería no con una convención, sino con una de esas dudosas encuestas, entonces él pasó balance, sumó, restó, dividió y plasmó los resultados de su operación: negoció con el equipo de Luis Abinader, y con este en persona, y se fue con él. De paso, respaldó a Manuel Jiménez.
Dejó atrás a Jorge Frías, quien se ufanaba de que «Adán se fue solo» y pretendía dar a entender que sin él, Peguero sería poca cosa.
La actuación de Jorge Frías hasta lo llevó a creer que era verdad aquella falsedad de que el pator Dío Astacio tenía 35 mil votos en el bolsillo para ganar la nominación en la alcaldía de SDE.
El ex diputado esperaba que el día siete de octubre, una gran cantidad de dirigentes del PRM, incluso de los que están con Luis Abinader, estarían sentándose con él debajo de la frondosa mata de mangos que hay sembrada en el patio de su casa.
Sin embargo, la derrota humillante padecida por el H20, ha dejado maltrecho a ese proyecto, ya sin futuro y a Jorge Frías con pocos visitantes o casi solitario bajo su hermoso árbol.
Contrario a él, Adán Peguero está del lado de los ganadores. Más cerca del poder municipal y nacional.
Si Manuel Jiménez (a quien Frías tacha de ser u «pendejo» que se quiere aprovechar del PRM), gana la alcaldía y Luis Abinader se hace con el Poder Ejecutivo, entonces el futuro le sonreirá más al morenito de Los Mina Sur, que ha demostrado ser «un político de este tiempo» en partidos como el PRM.
Es posible que ahora, Jorge Frías se vea en la necesidad de recoger sus palabras para sumar su hombro al equipo ganador. De lo contrario,se quedará bastante distante del poder, si es que el PRM logra vencer a la poderosa maquinaria electoral que es el PLD, aunque esté dividida.