El regidor del PRM Antonio Infante está convencido de que Manuel Jiménez irá preso por sus actuaciones en el ASDE + Vídeo
Por Robert Vargas
El valor de las palabras depende de quien las diga, y estas las ha dicho un regidor del Partido Revolucionario Moderno, no del PLD ni de la FP, sino del PRM: la alcaldía de Manuel Jiménez no soporta una auditoría que le haga la Cámara de Cuentas porque, si se la hacen el síndico y el Contralor Municipal, Pascual Disla, irían presos.
A ese nivel está el desprestigio de la gestión de Jiménez, el hombre que ganó las elecciones en forma convincente el año pasado y se sentó en el cuarto piso del Palacio Municipal, construido por Juan De los Santos, tras encantar a la mayoría con su discurso de que haría una ciudad «justa y creativa».
Sin embargo, más de un regidor del PRM, el partido que llevó al triunfo a Jiménez, está convencido de que este terminará metido en una prisión, no porque se ha robado los fondos públicos, sino por el mal manejo que ha tenido de estos saltándose las normas y manejando todo como si no existieran las leyes y ciertos controles.
En esa línea, el regidor perremeísta Antonio Infante, quien aportó votos en abundancia para lograr el triunfo de Jiménez, se levantó de su asiento y con su clásico vozarrón denunció que el alcalde y un puñado de regidores están aprobando resoluciones que están al margen de la ley.
Así, Infante llegó a considerar al alcalde de su partido como un presunto cómplice de la compañía recolectora de basura que él acusa de incumplir un contrato.
Fue tanto su empeño en llamar la atención sobre estas presuntas violaciones, que Infante le reclamó a sus colegas y al síndico que se vean en el espejo de otros que ahora están en prisión.
Su discurso en la Sala Capitular fue despiadado, crudo, sin medias tintas, llamando «al pan, pan, y al vino, vino».
Un detalle interesante es que, mientras Infante hacía sus denuncias contra las actuaciones presuntamente ilegales del alcalde, que es su compañero de partido, el resto de los colegas del concejal guardaron silencio y algunos lo animaban a continuar.
Quienes conocen al Concejo de Regidores del ASDE por dentro, saben que ese silencio significa una sola cosa: la aplastante mayoría están de acuerdo con lo denunciado por Infante.
Esto habla muy mal de Jiménez, quien cada día luce más solo en el Ayuntamiento.
Y lo que sucede con los regidores, parece que él se lo ganó, puesto que ha salido por ahí a decir medias verdades y falsedades respecto del Concejo, a pesar de que este le ha aprobado al alcalde todo lo que él ha solicitado.
Los ha presentado como vagos y esto los ha herido.
Por eso, Infante aprovechó el momento para lanzar una descarga contra el vocero de Manuel Jiménez, Jhonatan Liriano, quien en un hábil manejo de crisis, no se ha atrevido a responder a los concejales pero, de paso, ha visto su imagen de relacionador público y estratega en comunicación severamente lesionada.
Pero, lo que importa aquí es la confirmación por el regidor perremeísta de la percepción generalizada de que la gestión de Jiménez, por falta de gerencia, es un desastre.
Quizás, por conocer lo que podría ocurrir en el futuro, Antonio Infante decidió «saltar del barco», puesto que no se hundirá, según dijo, con quienes llevan el ASDE camino del desastre transitando en la ilegalidad.