Emocionantes recuerdos con Robert Vargas y la cobertura de Semana Santa Universal
Por Ramón Féliz Lebrón
Escribir este artículo provoca emocionantes recuerdos que marcaron mis inicios y de tantos jóvenes estudiantes de la carrera de Comunicación Social a mediados de la década de los 90, y que esperábamos con ansias la denominada Semana Mayor.
Y no era para irnos de vacaciones, si no acudir a la convocatoria del visionario periodista Robert Vargas (fallecido) para reunirnos en los jardines del Teatro Nacional de Santo Domingo a practicar la dinámica de las coberturas informativas que realizaríamos desde la capital, provincias, iglesias, playas, ríos, balnearios, piscinas, autopistas, carreteras, entidades de socorro y seguridad, en fin, en toda la isla para la jornada: Semana Santa Universal.
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Los ensayos para darnos paso de un compañero a otro, simulando cualquier punto del mapa, recreaban la antesala de la responsabilidad que teníamos de mantener informada a la población desde el Jueves Santo y hasta el Domingo de Resurrección.
Carnet, grabadora, libreta, lapicero y un teléfono residencial disponible para llamar al centro de operaciones de la emisora Radio Universal (98.1 FM y 650 AM), donde León Felipe, José Daniel Candelario y Julio Ernesto Castro recibían y editaban nuestros reportes, eran nuestras herramientas para cumplir la misión informativa del batallón de aspirantes a ser periodistas en la extraordinaria oportunidad brindada por un innovador como el profesor Vargas.
Luego de recopilar los datos y redactar la nota de ñ algún acontecimiento, el reto era paciencia para que la llamada entrara, grabar y luego ponernos a la expectativa de la introducción del bloque en la voz de Miguel Susana: «Y ahora, Radio y Técnica presenta cobertura total, un recorrido rápido por la geografía nacional».
Halagos de familiares y amigos sucedían a la transmisión que protagonizábamos aquellos inexpertos, pero decididos a aprender y aplicar los consejos de los veteranos.
Anécdotas de novatos desfilaban cuando nos reuníamos a repasar el trabajo realizado, destacándose un reporte como este: «cientos de vacacionistas abarrotan los balnearios de esta ciudad en el asueto de la Semana Santa…».
Sin embargo, la localidad en cuestión no contaba con esos espacios acuíferos para el disfrute de visitantes; aprovechándose el momento para recalcar que la verdad es inalienable del ejercicio periodístico, siendo el «hambre» por reportar algo el único motivo para el practicante construir la imaginaria historia.
Gracias colega Vargas en la eternidad por abrirnos las puertas del éxito a cientos de damas y caballeros que hoy somos profesionales y que incursionamos en los medios y otras áreas de la Comunicación Social con seguridad y confianza.
Me gustaría saber dónde puedo ir a cobrar los incentivos que pagaron por los reportes; al parecer, estaba en bonanza, pues no los retiré. Para esos fines, le preguntaré a Sandy de la Rosa, José Armando Polanco, Félix Vásquez, Carlos Alcántara y otros amigos que disfrutamos juntos la inolvidable experiencia de Semana Santa Universal.