Honrar a Juan María Castillo Rodríguez: Robert Vargas es deuda pendiente, Dos grandes de Los Mina
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Por Manuel Soto Lara
El cielo estaba despejado y el sol lucía su esplendor; pero una profunda e inesperada tristeza pareció oscurecer todo de repente. Dos estrellas se habían apagado: Juan María Castillo Rodríguez y Robert Vargas. Maestros, patriotas, filántropos y ciudadanos ejemplares. Su luz se extinguió de súbito, dejando muchos corazones en las tinieblas.
Hoy el colega Antonio García, discípulo, como yo, del maestro Juan María, me acaba de remitir, vía WhatsApp, fotos de una calle rotulada, gracias a los esfuerzos, entre otros, del muy meritorio concejal Abel Matos, con el nombre del prominente jurista Juan María Castillo Rodríguez. Me conmovió ver la foto. Merecido reconocimiento a un hombre grande, y, como Robert Vargas, irrepetible.
Nunca dudé, por los méritos de que era acreedor, que ese acontecimiento se produciría post mortem. Ver ahora el nombre del entrañable amigo Juan María Castillo Rodríguez adornando los postes de luz, me alegra y me vuelve a entristecer. Estoy seguro de que lo mismo le está pasando a su familia y a mucha gente que conoció y amó a Juan María, en especial a sus amigos.
A Juan María nos lo arrebató el Covid-19, el 26 de octubre del 2021. A Robert Vargas, que había trascendido hasta convertirse en la escuela moral del periodismo; profesión tan vilipendiada en la actualidad, nos lo quitó el destino, a veces, como ahora, caprichoso y cruel, el 30 de septiembre del 2022.
El edil y amigo, Abel Matos, conquistando corazones, ha hecho posible un loable y muy merecido reconocimiento a Juan María: Hoy postes del tendido eléctrico del barrio Puerto Rico donde vivió, como astas de banderas que hondean inmarcesibles bajo el cielo de Quisqueya, se lucen con rótulos que honran y recuerdan a un símbolo representativo de Los Mina.
Con Robert Vargas, la otra estrella que desapareció para brillar con mayor esplendor, tenemos una deuda: ¿Cuál será la calle de Robert Vargas? Quién, de entre nuestros ediles, cuan Abel Matos, asumirá con tesón la conquista de corazones para honrar a otro hijo sobresaliente de Los Mina. A otro de nuestros grandes hombres. Otro que, como Juan María Castillo, nos dejó su legado de solidaridad, integridad y decoro;
El tiempo pasa y ya nada es igual. Algo de mi se fue con ellos. ¡Ahora me siento tan solo!