
El anunciado ingreso de Manuel Jiménez al PRM provoca una situación imprevista
Por Robert Vargas /Perspectiva
Cuando Manuel Jiménez me confirmó que entrará «en marzo» al Partido Revolucionario Moderno de inmediato pensé que esa acción suya (el ingreso al PRM), cambiaba por completo el panorama político en Santo Domingo Este.
Con ese punto de vista coincidió casi la totalidad del liderazgo local, incluidos los del Partido de la Liberación Dominicana, que comenzaron a plantear la posibilidad de replantear sus estrategias electorales, incluso, sus respectivos discursos.
Es innegable, la revelación surtió el efecto de un puñetazo en plena nariz.
Sin embargo, pasado el efecto de ese primer golpe, la vista comienza a aclararse y se perciben situaciones que antes no fueron tomadas en cuenta, pero que son altamente importantes en el escenario político local.
Con su anuncio, Manuel Jiménez logró de inmediato inclinar la balanza a favor del PRM y «puso contra la pared» al PLD.
Pero, siempre se dice que en política 2+2 no es igual 4. Y parece que eso es cierto.
¿Manuel Jiménez está ahora más fuerte o más débil que en el año 2016?
Cuando Jiménez abandonó al PLD, por el que fue diputado en tres ocasiones consecutivas, lo hizo disgustado porque el Comité Político de esa organización le impidió competir con el entonces alcalde Juan de los Santos por la candidatura a la alcaldía de SDE.
Con él llevó el respaldo de una multitud de peledeístas, con los cuales caminó durante muchas semanas todos los barrios del municipio.
También encantó a casi la mitad de los militantes del Partido Revolucionario Moderno, seguidores de Luis Abinader, quienes desafiaron las directrices de su organización y le dieron la espalda a su candidato institucional a la alcaldía, Domingo Batista.
Además, concitó el respaldo del Movimiento Rebelde, del Partido Revolucionario Social Demócrata, del Frente Amplio y de una diversidad de organizaciones sociales, incluida la de aquel líder de FENATRADO que mató a un ex rector de la UASD.
Finalmente, con ese respaldo masivo en sus manos, se presentó a las urnas encabezando la boleta del Frente Amplio.
Jiménez asegura que fue víctima de un fraude que atribuye al PLD. Aún así, se alzó con ocho regidores en el ASDE, de una matrícula de 33 concejales.
Su fuerza principal está determinada por la firmeza de sus ideas, su defensa persistente del medioambiente y su vinculación de toda la vida a la lucha por la libertad, la independencia nacional, la soberanía y la democracisa verdadera.
Él se ha apoyado en el prestigio de sus ideas progresistas para hacer llegar sus mensajes tan lejos como le sea posible.
Sin embargo, Jiménez, por sí mismo, carece de estructuras propias con las que llegar hasta la cima con sus propuestas.
Por ese motivo, se apoyó en el PLD para impulsar desde el Congreso Nacional una serie de proyectos de leyes de altísimo valor para el país. Desde antes de ser diputado estuvo vinculado a páginas estelares de la historia reciente dominicana.
Pero, la pregunta inicial es ¿Manuel Jiménez está ahora más fuerte o más débil que en el año 2016?.
Eso está por verse.
De entrada, no es seguro que, con su próximo ingreso al PRM mantenga el mismo respaldo que tenía dentro del PLD. Incluso, no es seguro que algunos de los hombres y mujeres procedentes del peledeísmo a quienes ayudó a convertirse en regidores lo acompañen en este nuevo trayecto de su viaje por la vida política local.
Por igual, no está claro cuál será la suerte de las organizaciones que, adelantándose al proceso electoral, ya lo proclamaron como su candidato a alcalde para las elecciones del próximo año.
Sucede que el FA y el PRSD ya lo proclamaron como tal, pero ahora Jiménez irá al PRM, donde tendrá que competir por la nominación. ¿Qué ocurriría si cae derrotado ante Adán Peguero, Dío Astacio o Katy Báez?
Si ocurre esa contingencia ya no podrá ser candidato por ninguna otra organización, de conformidad con la nueva ley electoral y solo le quedará respaldar a quien resulte victorioso o apartarse del camino político, lo que no sería bien visto desde fuera.
Pero también está lo que sucederá con el Frente Amplio y el PRSD.
Numéricamente hablando, el FA es una organización muy pequeña en SDE, que logró convertirse en la segunda fuerza electoral en el 2016 por haber llevado a Jiménez de candidato.
Lo mismo sucede con el PRSD.
A pesar de que el FA facilitó su franquicia para la candidatura de Jiménez, en la boleta electoral de esa organización no estuvo inscrito ningún miembro ni dirigente suyo en una posición ganable de una regiduría.
Eso explica que los concejales electos en la boleta que llevó a Jiménez son:, cuatro de ellos eran del PLD (Fe María, Juan Rodríguez, Daneris Santana y Leo Calderón); uno del Movimiento Rebelde (Manuel Antonio Todman); dos del PRSD (Claudia Pérez y Julio Decamps), y una que venía del PRM, Milagros Segura, supuestamente secuestrada y actualmente bajo sospecha en esa organización de ser aliada del alcalde Alfredo Martínez.
Como se ve, ninguno es del Frente Amplio en su origen.
Ya Todman ha dicho que no será candidato a regidor por el Frente Amplio y Calderón, con sus aspiraciones a diputado, es dejado en el limbo por Jiménez, a quien le ha sido fiel.
Uno de los regidores «del FA», está en camino de abrazar la causa de Leonel Fernández y el resto no se sabe lo que será de ellos.
Además, es muy difícil (pero no imposible) que los ex peledeístas Fe María, Juan Rodríguez, Leo Calderón y Daneris Santana lo acompañen a inscribirse en el PRM.
O sea, que en el 2019 el entorno de Jiménez luce complejo, al menos para quienes lo respaldaron en el 2016.
Todo el mundo conoce que, antes de que él hiciera el anuncio de su próximo ingreso al PRM, alrededor suyo se iba formando una alianza que lo mantenía como figura estelar.
En primer lugar, estaba el sector de Luis Abinader dentro del PRM, que parece ver por los ojos del ex diputado; luego el Frente Amplio, el PRSD y por último, pero no menos importante, la coalición Juntos Podemos (en la que están la mayoría de las organizaciones minoritarias).
Pero ahora no es seguro que el FA y el PRSD le mantenga el respaldo, ni que Juntos Podemos se le sume. En caso de hacerlo ¿Qué recibirán a cambio?
Es conocido que en el PRM están resueltos a realizar sus primarias con padrón cerrado y no es seguro que la cuota de las reservas se la den todas a los seguidores externos de Jiménez.
¿Están contentos en el Frente Amplio con la decisión de Jiménez?
Hasta ahora, esa organización ha mantenido un silencio que parece reflejar la dureza del impacto del golpe recibido.
¿Se coordinó Jiménez con el Frente Amplio, el PRSD y Juntos Podemos para dar el paso que anunció la semana pasada?
Si así lo hizo, entonces será necesario conocer qué decidieron entre todos.
Sin embargo, si actuó sin comunicarle a sus aliados lo que haría, entonces es posible que estemos en presencia de un Manuel Jiménez debilitado electoralmente hablando, con el agravante de que tendrá que competir por la nominación en un ambiente que no controla.
Esa falta de «control» es posible que se vea reflejada en la foto que se hicieron el diputado Bertico Santana y Adán Peguero junto a otras personas.
Esto tiene importancia porque de todos es sabido que Bertico es un hombre de Luis Abinader, lo que reflejaría que no todos en el luisismo están con Manuel.
Si así resulta ser, entonces Jiménez ha iniciado un camino cuesta arriba en el que, eventualmente, tendrá que pelear contra adversarios que tienen sus propias reglas, solo que ahora existe una Ley de Partidos que no puede ser ignorada y que, si provocó algún disgusto en el FA, el PRSD y en Juntos Podemos, tendría que emplearse a fondo para ganarse de nuevo su respaldo, antes de la fecha fatal que impone la legislación electoral.